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—Amor, ¿quieres ver una película? —pregunté acostándome en su pecho.
—¿Cuál? —bostezó.
—La de Crepúsculo —susurré con una sonrisa.
Theo solo rodó los ojos.
—¿Para qué quieres ver eso? —bufó.
—Por Jacob bebé —quería reírme por la cara que puso.
En realidad, es a Jasper y Rosalie, pero no tiene que saberlo.
—Si está bien feo —lo mire ofendida—, se ve todo loco e intenso.
Solté una gran carcajada.
—Eres un grosero, además no está feo —negué con el dedo—, está más bueno que el pan.
—Pues ve a conseguirte a alguien más bueno que el pan —me hizo a un lado y se paró del sillón donde nos encontrábamos.
—No te enojes Theo.
—No, no, no —me miro mal, fingiendo hacer drama—. A ver si encuentras a alguien que te ame tanto como yo lo hago.
Awww.
Morí de ternura.
Él se dio vuelta y avanzo a la puerta, abriéndola. Corrí para alcanzarlo antes de que se metiera en su coche brincando en su espalda, agarrándome como un koala.
—Yo también te amo —bese su cuello, su punto débil.
Quiso hacer que me bajara, pero no lo deje, aferre aún más mis piernas en su cadera.
—Además tú estás más bueno que un tazón de papas con salsa —susurré y reí en su oreja.
—¿Por qué me comparas con comida?
—Sabes que me encanta la comida, mi amor.
—¿Por qué no me comes a mí? —se devolvió a la casa.
—Más tarde, quiero ver una película —me dejo en el sillón—. Hace mucho no pasamos un tiempo juntos.
—Vale. Pero que no sea Crepúsculo —hice un puchero.
—Por favor —rogué juntando mis manos—. Vamos, amor.
Beso mis labios.
—Bien —rodó los ojos—, voy a tener que aguantar ver como babeas.
—Gracias lo besé.
Me pare a poner la película mientras Theo se encargaba de servir palomitas y papas.
Nos acomodamos en el sillón tapándonos con una cobija.
La película ya iba a la mitad y volteé a ver a Theo, quien ya se encontraba en el quinto sueño. Me quede como boba mirando lo bien que se veía.
Me siento afortunada de ser su novia, y me da gusto que estemos trabajando su actitud grosera con los demás, porque con ellos se peleaba todo el tiempo, pero conmigo es todo un amor. Y si está teniendo un buen progreso.
Besé su mejilla y me acomodé recargándome en él, sintiendo como su brazo se enrosca en mi cintura apretándome contra él. Seguí viendo la película hasta que también el sueño me venció.
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