56. Derek Hale.

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Idea de: harleybautistadelbau

—¡¿Qué Derek qué?! —pregunté exaltada.

—No fuimos nosotros —hablo Stiles rápidamente antes de que sacara una conclusión—. Lo encontramos así en México.

—¿Fueron a México y no me dijeron? Estoy muy ofendida.

—No fuimos a turistear ___. Pensamos que las calaveras tenían a Derek, pero no fueron ellos, fue Kate.

—¿Esa psicópata volvió? —fruncí el ceño, pinche Kate— ¿Dónde están?

—En la comisaria.

—Voy para allá —colgué y me cambié rápidamente, se supone que el día de hoy iba a estar libre viendo películas o leyendo, por lo que estaba en pijama. Agarré mis llaves y salí a toda prisa al auto de Derek.

—Hey —saludé a Parrish quien me devolvió el saludo con una sonrisa, volteé a ver a donde estaban los chicos y me acerqué a ellos— ¿Dónde está Derek?

—Por favor no te enojes y no nos pegues ¿ok? —dijo Stiles pausadamente y Scott asintió concordando con él.

—Estoy enojada con Kate y con Peter, al parecer hasta matar a su enemigo le sale mal —me crucé de brazos, ambos sintieron y se hicieron a un lado dejando ver a un chico como de mi edad o menos— ¿Eres mi Derek?

—¿Tú Derek? —preguntó con una sonrisa.

—Esto está muy mal —susurré horrorizada— él no es mi Derek.

Scott me tomo de los hombros me hizo para atrás.

—Él no sabe nada de su familia —susurró—, así que ten cuidado con lo que dices.

Yo solo asentí y me acerqué a Derek muy joven.

—Stiles necesito hablar contigo —la cabeza del sheriff se asomó desde su oficina, Stiles asintió y entro.

—Sera mejor que lo lleves a tu casa ___, en lo que vemos que hacer. Stiles después te alcanzara —asentí—. Derek, ___ te llevara a su casa en lo que contactamos a tu familia.

No sé cómo es que Derek no se ha dado cuenta de que le está mintiendo.

Salimos de la comisaria y entramos al auto de Derek.

—¿Este es tu carro? —preguntó maravillado mientras introducía las llaves y lo prendía.

—Es de alguien importante para mí —hice saber. Si supiera que es suyo, pensé.

—¿Por qué hueles tan bien? —me puse nerviosa— Desde que llegaste sentí tu aroma sobresaltar de los otros.

—Bueno —no sé si decirle la mitad de la verdad... al carajo se lo diré—, como ves perdiste la memoria de unas cuantas semanas —mentí un poco— y yo soy tu pareja destinada, nos conocimos hace poco —solté de golpe.

—Eso explica cómo me siento contigo —susurró, yo solo le sonreí.

Llegamos a mi casa, aparque el carro y nos bajamos.

—Puedes ponerte cómodo —fui directo a la cocina y serví un vaso de agua.

Sentí una respiración en mi cuello seguido de un beso.

—Supongo que por ser tu alma gemela puedo hacer esto —me agarro de la cintura y me volteo para después besarme.

Me tomo desprevenida, pero le seguí el beso dejando el vaso en la mesa. Nuestros labios se sincronizaban y el beso se volvió muy lujurioso. Me cargo y me puso en la mesa para después tirar de mi camisa y sacarla.

Nos separamos tratando de regular un poco nuestra respiración, él recargo su frente con la mía y me miro con adoración.

—Por alguna razón siento que te conozco de toda la vida —yo sonreí y lo besé de nuevo.

—Vamos a un lugar más cómodo —asintió y me cargo, le dije a donde nos dirigiéramos. Me deposito en la cama suavemente y siguió repartiendo besos por toda mi cara y cuello.

La ropa desapareció de nuestros cuerpos y el calor aumento, masajee un poco su zona intima antes de ponerle el condón, Derek grande había dejado unos cuantos hace unas semanas.

Fue entrando de poco en poco hasta ingresar completamente, se comenzó a mover lento y besaba mis senos y cuello, empecé a gemir despacio y en voz baja.

Paso un tiempo y empezó a hacerlo más rápido y delicioso. Abracé su cuerpo sudado escondiendo mi cara en su cuello gimiendo. Él se separó y me beso callando algunos jadeos.

—Te ves hermosa —susurró en mi oído.

Su mano tomo la mía y la entrelazo subiéndola hasta al lado de mi cabeza, sus embestidas arremetían con rapidez y un poco de fuerza, con la mano libre lo atraje hacia mí y lo besé. Cuando se separó me sorprendió ver su cara de siempre para después volver a la de Derek joven.

Cambiamos de posición a una de cucharita, su mano derecho fue directo a mi pecho masajeándolo y la otra fue a mi parte intima acariciándola, sus embestidas volvían a ser un poco lentas, estaba variando de niveles.

—Der —gemí—, más fuerte.

Me hizo caso y arremetió con fuerza, mis gemidos eran descontrolados y escuchaba como él jadeaba en mi oído.

—Joder, se siente muy bien.

Una embestida dio directo en mi punto G que me hizo gritar como loca.

—¡Derek! —agarré la sabana con fuerza— ¡Me voy a correr!

—Yo también —siguió arremetiendo hasta el punto de que ya no pude aguantar más y me vine, él siguió con unas cuantas envestidas más haciendo que el orgasmo durara aún más hasta que se corrió.

Se quitó en condón y lo tiro a la basura, se volvió a acostar conmigo y recargué mi cabeza en su pecho abrazándolo, disfrutando del silencio.

Aunque siga siendo Derek, extraño al Derek malhumorado y gruñón, pero en el fondo es un osito.

Mi teléfono sonó, me pare de la cama y me acerqué a mi pantalón agarrándolo.

Bilinski.

Voy en camino.

—Stiles ya viene —me comencé a vestir—, vístete antes de que llegué.

—Quisiera quedarme aquí contigo y estar para ti —me miro con ternura.

—Siempre lo has hecho —le di una sonrisa mientras su rostro se tornó confuso.

—¿Cómo que siempre? —iba a inventar algo cuando el claxon del Jeep sonó.

—No hay tiempo, vístete y vámonos.

Casi meto la pata.

Casi meto la pata

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Teen Wolf | One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora