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—¡Nolan! ¡Ya basta! —intente acercarme, pero dos idiotas me agarraron impidiéndolo— Él no te ha hecho nada, ya déjalo.
—¡¿Es qué no lo entiendes?! —gritó furioso— ¡Son seres sobrenaturales que en cualquier momento nos pueden matar!
—Ellos nos han salvado.
Hizo caso omiso a lo que dije y se giró hacia Liam.
—¿Vas a permitir que te hagamos esto? —se burló.
Gabe le soltó un golpe demasiado duro a Liam, dejándolo más débil.
Mientras yo me intentaba deshacer de los tipos que me seguían agarrando, pero no podía, todavía seguía débil con el accidente de los cazadores. Estaba hecha en un mar de lágrimas, no podía defenderlos sin debilitarme.
Yo conozco su secreto desde hace unos meses y lo acepté, por qué no son malos, me ayudaron, pero al parecer se dejaron influenciar por los cazadores.
—Sabes que puedes vencernos, solo tienes que cambiar —habló pausadamente, agarrando la cabeza de Liam.
Liam dijo algo que no alcance a oír por los murmullos de las personas, para que después Gabe siguiera golpeándolo.
Mire a Mason y estaba igual que yo. Esté le dijo a la maestra que los detuviera, pero esta se negó con un comentario bastante absurdo.
Maldita perra.
—¡Nolan! ¡Ya basta! Por favor —susurré esto último.
Gabe iba a soltar otro golpe cuando llega el entrenador como todo un héroe.
—¡¿Qué demonios pasa aquí?! —gritó furioso mientras se abría paso por todos los estudiantes— ¡Déjenlo! ¡Vayan a la oficina de la directora! —los jaló a los dos de la ropa.
Los que me tenían agarrada de los brazos por fin me soltaron y me acerqué rápido a Liam sollozando.
El entrenador se acercó después y miró a Liam con algo de tristeza y pena, para después levantarlo entre los dos.
Una vez parado, lo abracé.
—Tranquila, estoy bien —me abrazó con fuerza al escuchar mis sollozos.
—Debería ser yo quien te consolará —sorbí mi nariz—, solo que esto me trajo recuerdos feos.
—No puedo creer que hicieras eso.
—Clark Kent ¿Cierto? —dijo Liam respirando agitadamente.
—Cierto —contesto Mason.
Liam se recargo en mi hombro por unos segundos, todavía con dolor.
—Tenemos que salir de aquí —dijo Corey.
Lo ayudaron a caminar y yo me quedé unos pasos atrás.
—Deja de seguirme —dije fría al momento de darme vuelta y ver a Nolan atrás de mí.
—No puedes culparme, es lo mejor para el futuro de todos. De los dos juntos.
Reí sin gracia.
—¿Juntos? Por favor, no me hagas reír, Nolan. No es lo mejor ¿Sabes por qué? —me acerqué a él— Porque yo también soy como ellos.
Hice brillar mis ojos amarillos.
Nolan dio un paso hacia atrás y me miró estupefacto.
—Y por si no quedó claro. Terminamos.
Me aleje sintiendo mis piernas temblorosas. Salí de la escuela y los chicos me esperaban en el auto.
—Cuando llegues descansa, sigues débil por el acónito —asentí a lo que dijo Liam.
Nos fuimos de ahí. Sintiendo mi corazón vacío.
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