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Me fui corriendo rápido a mi siguiente clase, no podía topármela.
Atravesé a toda la multitud a una velocidad impresionante y cuando llegue a mi salón respire aliviado, así que más calmado me senté en una banca.
—¿Qué fue eso? —preguntó Scott llegando, mirándome confundido.
—¿Qué fue qué? —me hice el desentendido.
—Tú saliste corriendo —dijo señalándome.
—Ajá, ¿y? —alcé una ceja.
—¿Por qué?
—Porque quiero aprender Scott, necesito absorber conocimientos nuevos, tengo que nutrirme de sabiduría —subí un poco el tono de mi voz.
Suspiró y se sentó al lado de mí.
—¿Es por ella, cierto? —preguntó viéndome comprensivo.
—No —negué intentando no verlo.
—Te dije que podías decirle —puso una mano en mi hombro.
—No —negué con mi voz temblando un poco—. Podría salir herida. Si le digo, todo esto podría salir mal, Scott. Qué tal si nos tiene miedo. Qué tal si me ignora.
—Como tú lo estás haciendo en este momento con ella —dijo de manera obvia.
—Es diferente —intente replicar—. Yo... no quiero que salga herida. Cada que alguien lo sabe, se mete en peligro. ¿O ya lo olvidaste? Tú mamá, mi papá, Lydia, Liam... Allison.
—Stiles —hablo seriamente—, no puedes ignorarla todo el tiempo. No me gusta mentirle cuando me la topo en los pasillos buscándote.
Algo se removió dentro de mí.
—Dile... —continúo hablando— o termina esto de una vez. Tal vez no la lastime algo sobrenatural, pero tú lo estás haciendo.
El sonido de la campana anuncio que va a empezar la clase, a la cual no preste atención.
Nos conocimos cuando éramos niños, ella fue muy tímida y yo me acerque para hacerle compañía hasta que se mudó a un nuevo estado. Nos volvimos a reencontrar hace un año y después de meses empezamos a salir, aunque había veces que no nos podíamos ver por las tareas, y también luego nuestro horario no coincidía, ella es un año menor que nosotros.
Sabía que no podía ocultarle algo tan grande como lo que pasa en Beacon Hills, se daría cuenta rápido. Mi novia es muy inteligente. Tampoco le quería decir que me habían poseído, sería extraño.
Me quede pensando en una manera de decirle las cosas, pero no sabía como. Genial, por primera vez no tengo nada para decir, ni siquiera algo sarcástico.
Con pesadez me levante cuando sonó el timbre, las clases habían acabado. Scott se quedó platicando con Kira, así que salí. Iba tan perdido pensando que choque con alguien, lo bueno que no nos caímos.
