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Estábamos con algunos chicos del equipo de Lacrosse y algunas chicas preparándonos para ver una película, aunque algo apretados pues éramos muchos.
—Chicos —llamo la atención Jackson—, iré a comprar palomitas ¿encargan algo más?
—Trae unas cervezas —hablo Tom.
—¿Nadie más? —preguntó nuevamente.
—No, deberías ir con alguien.
—¡Si! Yo voy con Jack —se colgó la chica del brazo de Jackson.
La miré con los ojos entrecerrados.
—Vamos Jac...
—¡Oh no! —grito Danny sobresaltándonos a todos— Mejor que vaya ___.
—¿Por qué no quieres que vaya Ellie? —hablo Zack.
—Porque es obvio. Los novios necesitan tiempo juntos.
Me puse muy roja y crucé mis brazos sobre mi pecho, no quería incomodar. Especialmente que todavía no era novia de Jackson, después de lo de Lydia, él se había vuelto un poco más cerrado en las relaciones.
Por eso quería hablar con él para aclarar las cosas, que me dijera que es lo que quiere conmigo. Si es una relación yo estoy más que dispuesta, pero si solo son salidas ocasionales, no. Quiero todo o nada.
—Vamos —habló Jackson, interrumpiendo mis pensamientos.
—Sí, vamos —la castaña camino hacia él.
—No te decía a ti —le hablo—, vamos ___.
Por un momento yo también pensé que le decía a Ellie. Mire de reojo como Danny sonreía mirando como nos íbamos.
Rápidamente tome mi chaqueta y camine hacia la puerta donde Jackson me esperaba. Una vez afuera él cerro la pueta y empezamos a caminar directo a un lugar que estaba abierto las 24 horas.
El camino iba en silencio, me estaba comenzando a poner nerviosa.
Miré su mano, quería agarrarla como hacen las parejas, pero tenía un poco de pena, así que no hice nada.
Afuera hacía frío y las luces de los faroles alumbraban la oscuridad.
—Ten —su ronca voz se escuchó por la calle.
Miré en su mano un guante de lana color negro, lo agarré rozando mis dedos con los suyos.
—Gracias —realmente lo agradecí, hoy si hacía mucho frío. Me lo puse en mi mano izquierda.
Iba a meter mi otra mano adentro del suéter cuando Jackson sorprendiéndome, la agarró y entrelazo nuestros dedos para después meterla en el bolsillo de su abrigo.
Oficialmente estaba emocionada, especialmente al ver una pequeña sonrisa en su boca.
Llegamos y fuimos por lo que había encargado Tom y por las palomitas. Yo por mi parte, agarre un chocolate y una paleta de fresa.
Fuimos a pagar a la caja. Iba a sacar mi dinero, pero Jackson lo impidió diciendo que el pagaba. Fue muy rápido pues no había nada de gente.
De regreso a casa fue igual de silencioso, pero cómodo. Él en ningún momento soltó mi mano.
—¡Tom! —grito una vez llegamos a la casa.
Tom salió rápidamente y Jackson le dio las cosas para que las guardara.
—Necesito hablar contigo —me jalo un poco más lejos de la casa.
—¿De qué quieres hablar? —incline mi cabeza hacía atrás para poder verlo.
—Se que estos días te he estado confundiendo por los besos y lo que está sucediendo entre nosotros dos, pero quería hacer algo especial para ti, para los dos, lamentablemente ya no aguanto —soltó una risa—. Te quiero, y quiero que salgamos oficialmente.
Creo que he muerto.
—¡Si! —me lance sobre él abrazándolo fuertemente y riéndome. Él también rió abrazándome más fuerte.
Me separo un poco de él para después besar mis labios.
—¡Hey! ¡Tortolos! —gritó alguien del grupo— Ya va a empezar la película.
—Vamos —tomo mi mano adentrándonos a la casa.
Agarramos el sillón grande acorrucándonos en él, sin importarnos si los otros se quedaban en el piso.
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