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—Hey —saludé a Scott cuando llego a mi lado.
—Isaac —saludo de vuelta—. Estas muy distraído últimamente.
—Ah si —asentí con la cabeza, la chica nueva me ha estado fastidiando un poco, prácticamente no sale de mi cabeza—, siento que hay algo raro en la chica nueva.
—¿___? —preguntó y yo asentí una vez más— ¿Por qué? Sabes que ahora pertenece a la manada.
—Lo sé —rodé los ojos—, pero siento que algo oculta.
—Por favor, Isaac. Ella es muy linda, adorable y cariñosa, sabes que nos hizo galletas el día en que la aceptamos en la manada.
—Es una fachada para ocultar su verdadera personalidad —me cruce de brazos levantando una ceja.
—No lo creo —negó con la cabeza—, ella solo quiere amigos Isaac, es nueva.
—Bueno, ni tan nueva, lleva como 3 semanas aquí.
—Eso no importa, no deberías tomar las cosas por sentado —murmuro.
—Seguro te gusta y no puedes ver las cosas claras —exclame. Ahora todo tiene sentido.
Scott hizo una sonrisa burlona.
—Sí que eres idiota —me hice el ofendido—. Por si no lo sabias ella ha intentado acercarse a ti desde que te conoció.
—Para apuñalarme por la espalda —señale.
—Tu... le... gustas —hablo pausadamente como si de un niño se tratara poniéndome nervioso.
¡¿Qué?!
—¿Yo le gusto? —pregunté señalándome con una sonrisa. Scott asintió riéndose de mi— Yo le gusto —murmure sin creérmelo.
—Ahí está —la señalo, vaya que se ve radiante—. Hola ___.
—Hola Scott —su voz sonó muy dulce— Isaac —me saludo también, pero como el estúpido que soy me bloqueé y no le dije nada—. Bueno, adiós.
—Eres un idiota —me miro desaprobatoriamente.
—Lo siento, me bloqueé —susurré.
—Pues no te bloquees —lo mire con cara de ¿es enserio?—. Bueno, solo invitarla a salir y ya.
—Como si me gustara —bufé.
—Si claro, por eso la sigues a todos lados y guardaste la galleta que te dio.
—¿Cómo es que sabes eso? —pregunte entre confundido y sorprendido.
—Porque la traes en tu mochila —respondió obvio.
Oh.
—Nada de esto a nadie —lo mire seriamente. El alzó las manos en un gesto inocente.
Ahora el problema es como mierda la invito a salir.
[...]
—Y si le digo que vayamos al depa —negué con la cabeza— eso se escucha mal. Oye ___, ¿quieres ir al parque? No, eso es estúpido, quien quiere ir al parque a ver a un montón de niño comiendo sus mocos —hice una mueca de asco—. ___, ¿quieres ir al cine?
—Si quiero —grite del susto.
—¿Cómo mierda no te note? —pregunté.
—Estabas muy concentrado hablando contigo mismo en invitarme a salir —me miro divertida.
—¿Entonces sí? —tome su mano.
—Si claro que si —beso mi mejilla.
—Genial.
Un silencio incomodo se produjo entre nosotros dos.
—De verdad me atraes —hablo después de un tiempo.
—Tú también me atraes, pero es mejor conocernos antes de... —hice unos movimientos con mis manos— ya sabes.
—Si claro —hizo un ademan restándole importancia—, de tener sexo.
—¡No! —grité— No me refiero a eso.
Ella rio fuertemente.
Pecadora.
Una bonita pecadora, la verdad.
—Bromeo Isaac.
—Voy por ti a las 7, ¿bien? —pregunté evadiendo lo que dijo.
—Claro que sí.
La atraje a mí para abrazarla.
—Nos vemos más tarde —susurré en su oído.
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