—Vamos, cariño.
—No quiero, Lyd —lloriqueé.
—De verdad vas a estar llorando por un idiota que no sabe que es lo que quiere contigo —me miro incrédula.
—Al parecer ya sabe lo que quiere, está saliendo con alguien —mire el suelo.
—Con más razón deberías de salir y no se... —se encogió de hombros— buscar más chicos... o chicas.
—Tal vez tengas razón —limpie mis lágrimas.
Que patética soy.
—Cariño, ambas sabemos que tengo razón —echo su cabello hacia atrás como la diva que es— siempre la tengo.
—Vale, vamos.
[...]
El fin de semana se pasó rápido. Lydia prácticamente saco ropa de su closet y me la regalo diciendo que ya no le gustaba.
También ayudo a que me viera un poco mejor.
Ahora estaba lista para afrontar a Isaac, por fin.
Camine como Lydia me enseño -fue difícil pero lo logré en solo 2 días- y entre a la escuela.
Hoy me sentía poderosa, hermosa.
Supongo que también tiene que ver con la ropa, llevaba un vestido corto de color blanco, ceñido a la cintura para después caer sobre mis muslos.
Quiero que Isaac vea de lo que se perdió y también para subir mí autoestima al mil, bueno tampoco tanto, pero si quiero sentirme bien conmigo misma.
—¿Podemos hablar?
Volteé al escuchar la voz de Isaac.
—Que sea rápido, no tengo tiempo —hable lo más fría que pude.
—Lamento si te hice sentir mal por lo de mi nueva relación o te hice creer que tú y yo íbamos a tener una "relación" —hizo comillas con sus dedos—, así que siento si llegaste a pensar mal de esto.
Hice una sonrisa demasiado falsa.
—Tranquilo, como si me importara —hice un ademan con la mano restándole importancia—, no entiendo porque te disculpas.
—¿Segura? ¿No estás enojada?
—No, claro que no.
—Qué bueno —al parecer no entiende el sarcasmo—, por un momento pensé que estarías llorando.
Que hijo de...
—¿Por qué lloraría por algo tan absurdo? Ni siquiera lo vales —obvio lloré, pero él no lo tiene que saber—. A fin de cuentas, hice lo mismo que tú, jugar.
Su rostro se deformo un poco con una mezcla de decepción y enojo.
—¿Jugar?
—Sip, así que bye, bye.
Me despedí con la mano y me dirigí rápido a mi clase.
[...]
Paso otra semana y me encontraba en la cafetería de la escuela.
—¿Escucharon el nuevo chisme? —preguntó Allison sentándose al lado de Lydia.
—¿De qué o qué?
—Elizabeth corto a Isaac —alce las cejas, sorprendida— al parecer solo lo quería para darle celos a su exnovio.
—Oh por Dios, que buena noticia —Lydia empezó a reír fuerte, llamando más la atención—. El karma existe.
Una pequeña sonrisa se formó en mi rostro. La verdad pensé que duraría menos tiempo.
Alguien se sentó a mi lado unos minutos después.
—Perdóname —volteé a verlo—, sé que soy un estúpido, pero perdóname, por favor.
—¿Qué?
—Debí quedarme contigo, siempre confié en ti, pero estaba confundido.
—Ajá, y que quieres que haga, ¿qué te aplauda? —lo mire con una sonrisa burlona.
—Quiero que ahora si tengamos una relación.
Solté una inmensa carcajada, aunque en mi interior dolió un poco.
—Pues si no es cuando tú quieras. Mira cariño, yo no soy un antojo ni un juguete para que vengas a jugar conmigo, y mucho menos soy un plato de segunda mesa, así que lárgate.
—No eres un plato de segunda mesa, ya te dije que solo estaba confundido —me miro desesperadamente.
—Mira, Isaac. Con lo que hiciste todo el aprecio que te tenía desapareció. No te guardo rencor y de verdad espero que cuando encuentres a la chica correcta, la sepas apreciar y que ella te aprecie a ti también.
Isaac parecía todavía más desesperado, pero después su mirada se volvió una desilusión total.
Dejo salir un suspiro de resignación.
—Yo también espero que encuentres a alguien que te sepa valorar como yo no lo hice. Perdón.
Y se fue.
—Uff, que intenso —me pase una mano por la cara—, hasta estoy sudando.
—Eso fue increíble amiga —Lyd parecía demasiado feliz—, estoy tan orgullosa.
—Yo también lo estoy.
ESTÁS LEYENDO
Teen Wolf | One Shots
WerwolfOS que te pueden encantar. Los One Shots ya están terminados, solo los estoy editando, por lo que no se aceptan pedidos.