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Lauren se marcha después de discutir un buen rato sobre fútbol americano con mi jefe. Me disculpo por tener visita, pero el señor Vance no le da ninguna importancia; me dice que Lauren es como de la familia y que siempre será bienvenida.

No puedo dejar de imaginarme a Lauren haciéndome el amor encima de la mesa, y mi jefe tiene que repetirme lo que ha dicho sobre la siguiente nómina tres veces antes de que yo vuelva al mundo real.
Sigo leyendo el manuscrito; estoy tan enfrascada que cuando levanto la vista son las cinco pasadas. Debería haber salido hace una hora y tengo una llamada perdida de Lauren. La llamo en cuanto llego al coche, pero no lo coge.

Hay algo de tráfico y, cuando llego a mi habitación, me sorprende encontrar a Bella en la cama. A veces se me olvida que ella también vive aquí.

—¡Cuánto tiempo sin verte! —bromeo dejando caer el bolso y quitándome los tacones.

—Sí... —dice sorbiendo por la nariz.

—¿Estás bien? ¿Qué ha pasado? —Me siento en su cama junto a ella.

—Creo que Tristan y yo hemos roto. —Solloza.

Es muy poco frecuente ver a Bella llorar, normalmente es muy fuerte y tiene mucho carácter.

—¿Por qué? Y ¿qué significa eso de creo? —le pregunto mientras le paso la mano por los hombros para consolarla.

—Nos hemos peleado y he roto con él, pero sin querer. No sé por qué lo he hecho. Me he enfadado porque estaba sentado con ésa, y sé muy bien cómo se las gasta.

—¿Quién? —pregunto.

—Ashley.— Dice pero no tengo ni idea quien es.— Halsey— agrega Bella.— Deberías haber visto cómo coqueteaba con él y se bebía sus palabras.

—Ah ya decía yo, ¿Pero ella sabe que están juntos, ¿no es amiga tuya?

—Eso a ella le da igual. Haría cualquier cosa con tal de que los hombres le presten atención.

Observo a Bella llorar y secarse las lágrimas, y cada segundo que pasa detesto un poco más a la dichosa Halsey, Ashley, cómo sea.

—No creo que Tristan pique, he visto cómo te mira. Le importas de verdad. Creo que deberías llamarlo y hablar del tema —le sugiero.

—¿Y si está con ella?

—No está con ella —le aseguro.

No veo a Tristan dejándose seducir por la serpiente de pelo rosa.

—¿Cómo lo sabes? A veces uno cree que conoce a las personas, pero no es así —dice, y me mira a los ojos—. La...

—Hey —dice Lauren entrando en la habitación como Pedro por su casa. Luego procesa el cuadro que tiene delante—. Uy..., ¿mejor vuelvo dentro de un rato?

Se revuelve, incómoda. Lauren no es de las que consuelan a una chica llorosa, por muy amiga suya que sea.

—No, voy a ver si encuentro a Tristan y hacemos las paces —dice ella poniéndose en pie—. Muchas gracias, Mila.— Me abraza y mira a Lauren. Intercambian unas miradas muy raras antes de que Bella salga de la habitación.

Lauren se vuelve y me da un beso.

—¿Tienes hambre?

—Sí, la verdad es que sí —le digo.

Tengo que ponerme con los deberes, pero voy bastante adelantada. No tengo ni idea de cómo ni cuándo saca tiempo Lauren para estudiar y trabajar.

—Estaba pensando que, después de cenar algo, podrías llamar a Karen o a
Landon y preguntarles qué debo ponerme para..., ya sabes, la boda.

Después de ella [Camren G!P]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora