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Landon escucha en silencio el relato de mi ruptura con Shawn y mi diatriba sobre cómo debo calificar mi relación con Lauren. Yo creo que estamos saliendo, pero tampoco nos hemos parado a ponerle nombre.

—Sé que ya te he avisado, así que no voy a volver a hacerlo —dice mientras ocupamos nuestros asientos—. Pero, por favor, ten mucho cuidado con ella. Aunque he de admitir que parece muy encandilada contigo tanto como alguien como ella es capaz de estar.

Significa mucho para mí que, pese a que la detesta, esté haciendo todo lo posible para comprenderme y apoyarme.

Entro en mi tercera clase de la mañana y el profesor de sociología me pide que me acerque a la tarima.

—Acaban de llamarme para decirme que vaya usted al despacho del rector —me dice.

«¿Qué? ¿Por qué?» Me entra el pánico y de repente recuerdo que el rector es el padre de Lauren y me relajo un poco. Pero entonces me pongo de los nervios por otros motivos. ¿Qué querrá? Sé que la universidad es distinta del instituto, pero es como si me enviaran al despacho del director, sólo que el director es el padre... ¿de mi novia?
Me echo la bolsa al hombro y atravieso el campus en dirección al edificio de administración. Es un buen paseo, y tardo media hora larga. Le digo a la secretaria mi nombre y no tarda en anunciarme.
Lo único que consigo oír es «doctor Jauregui».

—Te está esperando —dice con una sonrisa muy profesional mientras
señala la puerta de madera al otro lado del vestíbulo.

Me dispongo a llamar a la puerta, pero ésta se abre de repente y Mike me recibe con una sonrisa.

—Camila, muchas gracias por venir —dice indicándome que pase y me siente.

Él se instala en un enorme sillón giratorio que hay detrás de una gigantesca mesa de madera de cerezo. En este despacho me intimida mucho más que en su casa.

—Perdona que te haya sacado de clase. No tenía otra forma de contactar contigo, y sabes que hablar con Lauren puede resultar... difícil.

—No pasa nada, de verdad. ¿Ha ocurrido algo? —pregunto muy nerviosa.

—No, no. Me gustaría hablar de un par de asuntos contigo. Empecemos con las prácticas. — Apoya las manos en la mesa—. He hablado con mi amigo en Vance y le encantaría conocerte, cuanto antes. Mañana sería perfecto, si te va bien.

—¿De verdad? —exclamo. Me pongo en pie de un brinco de la emoción y vuelvo a sentarme a toda prisa, avergonzada—. Es maravilloso ¡Muchísimas gracias! No sabe lo mucho que se lo agradezco.

Es una noticia fantástica. Es increíble que se haya tomado tantas molestias por mí.

—Ha sido un placer, Camila. —Enarca las cejas con interés—. Entonces ¿le digo que vas mañana?

No quiero perder más clases, pero esto lo vale y, de todas maneras, lo llevo todo bastante adelantado.

—Sí, por favor. Muchas gracias de nuevo. Dios... —digo, y se echa a reír.

—En segundo lugar, y si dices que no lo entenderé, tengo que pedirte un favor personal. No te preocupes, que aunque me digas que no seguirás teniendo tus prácticas en Vance —dice, y me pongo muy nerviosa. Asiento y él sigue hablando—. No sé si Lauren te ha comentado que Karen y yo nos casamos dentro de dos semanas...

—Sabía que la boda iba a celebrarse en breve. Enhorabuena —le digo.

Sin embargo, no sabía que fuera a ser tan pronto. Me acuerdo de cuando
Lauren les destrozó la casa y se bebió casi una botella entera de whisky escocés.
Me sonríe amablemente.

Después de ella [Camren G!P]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora