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—Supongo que no es tan antipática—dice Shawn cuando la puerta se cierra. Me entra la risa nerviosa. —¿Qué?

Al ver que me mira con una ceja enarcada, continúo:

—No pasa nada, es que me sorprende que digas eso —miento pegada a su pecho.

La tensión que inundaba el ambiente hace unos instantes ha desaparecido.

—No estoy diciendo que me gustaría ser amigo suyo, pero es bastante agradable.

—Ella no sabe lo que es ser agradable —digo, y Shawn se ríe y me rodea con los brazos.

Si supiera las cosas que han pasado entre nosotros, que nos hemos besado, cómo gemí su nombre cuando ella...

«Joder, Camila, ya.»

Levanto la cabeza y beso a Shawn en la mandíbula. Él sonríe. Quiero que me haga sentir como me hace sentir Lauren. Me incorporo y me vuelvo para mirarlo. Le agarro el rostro entre las manos y pego los labios a los suyos. Su boca se abre y me devuelve el beso. Sus labios son suaves..., como su beso. No es suficiente. Necesito el fuego, necesito la pasión. Coloco las manos en su cuello y me monto sobre su regazo.

—Espera, Mila, ¿qué estás haciendo? —pregunta, e intenta apartarme suavemente.

—¿Qué? Nada, sólo... quiero que nos enrollemos, supongo —digo, y bajo la mirada.

No suelo mostrarme cohibida delante de Shawn, pero éste es un tema del que no solemos hablar.

—Vale —dice, y lo beso otra vez. Siento su calidez, pero no las llamas. Empiezo a menear las caderas con la esperanza de avivarlas de alguna manera. Sus manos descienden hasta mi cintura, pero me la agarra para detener mis movimientos. Sé que habíamos decidido esperar hasta el matrimonio, pero sólo nos estamos besando. Le cojo las manos, se las aparto y continúo meciéndome contra él. Por más que intento besarlo con más intensidad, su boca permanece blanda y tímida. Noto que se excita, pero no hace nada al respecto.

Sé que estoy haciendo esto por las razones equivocadas, pero en estos momentos me da igual, sólo necesito saber que Shawn puede hacerme lo mismo que Lauren. «En realidad no es a ella a quien deseo, sino la sensación..., ¿verdad?»
Dejo de besarlo y me aparto de su regazo.

—Eso ha estado bien, Mila. —Sonríe y yo le devuelvo el gesto.

«Ha estado bien.» Es tan prudente, demasiado... Pero lo quiero. Pulso la tecla «Play» para seguir viendo la película y al cabo de unos minutos, empiezo a quedarme dormida.

—Tengo que irme —dice Lauren mirándome con sus ojos verdes.
—¿A dónde? —No quiero que se vaya.
—Me alojaré en un hotel cercano; volveré por la mañana —explica, y
después de mirarlo durante un momento, su rostro se transforma en el de Shawn.
Doy un brinco y me froto los ojos. Shawn. Es Shawn. En ningún momento ha sido Lauren.
—Te estás durmiendo, y no puedo quedarme a pasar la noche aquí— dice Shawn con ternura, y me acaricia la mejilla.
Quiero que se quede, pero ahora temo lo que pueda ver o decir en sueños.
De todos modos, es evidente que Shawn considera que no es de personas decentes quedarse en mi habitación. Lauren y Shawn son polos opuestos. En todos los sentidos.
—Vale, gracias otra vez por venir —farfullo, y él me besa suavemente en la mejilla antes de deslizarse por debajo de mí.
—Te quiero —dice.
Asiento, entierro la cabeza bajo la almohada y me pierdo en unos sueños que no recuerdo.

A la mañana siguiente, me despierto cuando Shawn me llama por teléfono.
Me dice que viene de camino, de modo que salto de la cama, corro a las duchas y pienso en algo que hacer hoy. No hay mucho que hacer por aquí, a menos que vayamos al centro; quizá debería mandarle un mensaje a Landon para preguntarle qué se puede hacer aquí aparte de ir a fiestas de fraternidades. Es el único amigo que tengo en el campus que podría saberlo.

Después de ella [Camren G!P]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora