NashKuro | Drabbles | COMPLETADA

#5 Naranja

Disculpen la tardanza, me había puesto a hacer un par de cosas pendientes que tenia... Pero volví jaja

Disfrútenlo

♤NARANJA♤

Era un día soleado pero eso no iba a durar por mucho tiempo, Kuroko lo sabia, con tan solo esas nubes grisáceas adornar el cielo sabia que por lo menos después de su partido al salir iba a llover. El segundo tiempo del partido iba a comenzar y el único que faltaba era él.

_¿En donde estará?_ pregunto Aomine

_¿Estará en el baño? Al principio del partido vi que no estaba en buenas condiciones ¿Sera eso?_ acoto Kise un tanto preocupado.

_Estoy aquí_ dijo Kuroko por detrás de sus compañeros de equipo provocándoles un pequeño salto.

_Kurokochi_ dijo con alegría Kise

_Muy bien, el segundo tiempo va a comenzar_ anuncio Akashi_ Kuroko, te quedaras en la banca durante este periodo_ Kuroko no pudo negarse a lo dicho por su capitán. Pero no debía de preocuparse, sabia que en algún momento del partido iba a salir a jugar

Espero con ansias entrar al menos para jugar un poco, pero sus amigos hicieron todo el trabajo sucio, nadie los podía superar. Al terminar el partido cada uno se fue por su lado. Kuroko había pasado a comer al Magi Burger mientras esperaba a que la lluvia se detuviera, lo cual no iba a pasar pronto. El joven se había sentado cerca de la ventana, no sabia la razón de porque su mirada se desvió de la ventanilla hasta dentro del local, no muy lejos de él.

Su vista se desvió a un rubio sentado del otro lado del local, ya que no había mucha gente a esa hora. Le pareció un tanto graciosa la escena, el joven rubio que no aparentaba tener mas de 20 años, estaba pelando una naranja con toda la delicadeza del mundo. 

El rubio se había sentido observado por lo que desvió su mirada hacia el peliceleste que al darse cuenta que el rubio volteo hacia este, desvió nuevamente su mirada rápidamente, un tanto avergonzado por la situación. 

_Debo de admitir que es guapo_ pensó Kuroko intentando no ver de nuevo al rubio y ver a este viendo hacia su dirección. 

Kuroko se decidió por continuar con su querida malteada de vainilla para luego salir finalmente del local, pero al ver la incesante lluvia se detuvo a fuera del edificio, pensando en la manera de llegar a casa no tan mojado al menos. Así que no tuvo otra opción que caminar bajo la fuerte lluvia, para su mala suerte un auto paso a demasiada velocidad pasando por encima de un charco, dejando empapado a Kuroko por completo. El joven peliceleste suspiro cansado ya que se dio cuenta que justo no era su día. No paso mucho tiempo cuando sintió que algo era colocado en sus hombros y sentir que las gotas de lluvia no caían en su cabeza, al desviar su mirada hacia un lado, reconoció al rubio de hace unos momentos.

_Eres el rubio de la naranja_ dijo Kuroko sin pensarlo

_Y tu era mi acosador ¿No es así?_ ante ese comentario el mas bajo no pudo evitar sonrojarse_ Jaja, tranquilo... debo de admitir que yo tampoco pude evitar mirarte_ eso solo le provoco un sonrojo mas grande

_Yo...um... bueno_ se había quedado en blanco.

_Si gustas puedo acompañarte a casa_ Kuroko simplemente asintió

Los dos se encaminaron hasta la casa del menor, mientras que en su camino se iban conociendo mas y entraban en confianza. Al llegar Kuroko lo dejo pasar y le sirvió un café mientras que se iba a bañar y cambiarse antes de pegar un resfriado. Al llegar a la sala, llevaba consigo la chaqueta que Nash le había pasado al principio. 

_Gracias por la chaqueta y por el resto, aproveche a secarla_ le entrego la chaqueta a Nash.

_No tienes por que agradecer_ le dio un sonrisa de lado. Se levanto del asiento_ Bueno, es mejor que me vaya, fue interesante hablar contigo_

_Lo mismo digo_ Kuroko lo acompaño hasta la puerta_ Espero verlo de nuevo, Gold-san_ 

_Deja las formalidades de lado, solo dime Nash. Y digo lo mismo, espero verte nuevamente_ Kuroko asintió_ Bueno, nos vemos_ Una vez que Nash traspaso la puerta, el peliceleste no la pensó dos veces y agarro el brazo del rubio para que este quedara a su altura_ ¿Pero que...?_

El peliceleste le había dado un beso en los labios y por la vergüenza lo empujo y cerro la puerta para deslizarse en esta hasta llegar al suelo y taparse la cara. Por el otro lado de la puerta, Nash no sabia como reaccionar ante lo que había hecho el pequeño. 

_Eso fue tierno_ se dijo así mismo Nash para luego retirarse