Nunca en la vida había sentido tanta vergüenza que en estos momentos ni cuando tenía ocho años y al estornudar salieron mis mocos como si estuvieran deseando huir. Mi cuerpo estaba hirviendo y ya no era por lo que ese chico provocaba en mí, mis mejillas ardían y quería lanzarme desde mi ventana para huir de mi habitación. Eva se había cubrió su cara y se había girado dándonos la espalda, yo como pude me levanté de la cama e intenté decir algo pero las palabras no salieron de mi boca.
— ¡No te enseñaron a tocar!— Nathan de verdad estaba molesto y no sabía si era por los malos modales de su prima o por haber interrumpido nuestra conversación.
— Penélope dijo que estabas aquí charlando con Morgan — se giró y quitando sus manos de sus ojos lo miró molesta — ¡¿Cómo carajos iba a saber que te la querías comer?!
Mis mejillas se colorearon aún más y quise desaparecer para no presenciar aquella discusión la cual solo suplicaba para que no llegará a oídos de mis padres o hermanos.
— Creo que es mejor que salgan de mi habitación — pedí y me sentí pequeña ante aquellas dos miradas, una me miraba más calmada y la otra cabreada a tal punto de asesinar a alguien — si debes arreglar algo, que sea afuera.
— Ahora lo quieres afuera cuando lo querías a él dentro — abrí mis ojos de más al escuchar lo descarada que era esa mujer y lo que me estaba insinuando mientras se cruzaba de brazos y tenía esa sonrisa pícara en sus labios lq cual me hizo sentir más avergonzada.
Mi vida sexual no era un secreto para nadie pues todos sabían que era algo activa, sin embargo, que me encontraran en esa posición comprometedora era diferente pues tampoco era una chica que andaba divulgando su vida.
— Será mejor que bajemos — Nathan empujó a su prima fuera de la habitación — tu padre debe estar preguntándose porque duramos tanto.
— Se la diremos — se burló Eva mientras era arrastrada
— De verdad eres hija de tu padre.
Parpadeé varias veces cuando esos dos salieron de mi habitación dejándome completamente sola como había querido estar segundos atrás. Puse mi mano sintiendo como mi corazón por poco hacía un hueco en mi pecho por donde estaba apunto de salir, me dejé caer en la cama sentada y traté de mantener mi cabeza fría para comprender que había pasado.
Mordí mi labios cuando recordé lo duro que se encontraba y admito que Eva no se equivocaba cuando dijo aquello, por ende, no podía sentirme indignada; sin embargo, que quisiera tener algo más allá con ese pelinegro era inaudito pues no podía pensar de aquella manera cuando ya tenía a una pareja y no quería volverme una zorra que se acostaba con el primer hombre atractivo que se encontraba. Yo no era así y no iba a dejar que mi cordura se fuera a la basura por ese sujeto que me fastidiaba en todas las maneras posibles.
Salí de mi habitación con mucho cuidado evitando que alguien de la casa me notara, asome mi cabeza por las escaleras y bajé escalón por escalón evitando hacer ruido. Me había cambiado y solo quería ir a la cocina por algo de beber.
Aja y tu eres virgen.
Escuché voces que provenían del living y pasé corriendo a la cocina escondiendome en la pared verificando que nadie me hubiera seguido.
— Patética — miré al frente y encontré a mis dos hermanos al otro lado de la isla negando al verme — ¿de verdad es nuestra hermana mayor?
— Dime tú, naciste primero — Lelo giro la isla y salió de la cocina dejándome con mi hermano el cual me miraba como si estuviera loca.
— ¿Ya se fueron? — pregunté sentandome en la isla no mostrando ningún interés.
— Penélope me contó que se encontró a Nathan en el pasillo y le mostró tu habitación — ahora tenía sentido del cómo sabía que era esa. Maldita Penélope — no es necesario saber que tenía doble sentidos.
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Herederos ©✔[Heir#2]
Teen FictionTodo iba bien hasta que tropecé con ese chico de ojos grises azulados y cabello azabache con traje negro de hermoso rostro. Nunca pensé que tendría tantos problemas al saber de quién se trataba y menos del pasado de su familia. °·.¸.·°¯°·.¸.·°¯°·.¸...