Capítulo 42

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Nathan
 

Dibuje una sonrisa en mis labios observando a la chica dormida a mi lado, en mi cama, debajo de las sábanas desnuda y con esa cara angelical la cual  creerían que no mataría ni una mosca, pero en realidad era toda una bruja cuando se coloreaba cuando se enojaba o intentaba defender lo que ella creía que estaba bien. Suspire, esa era una de las cualidades que me fascinaba de esa mujer, ella no se quedaba con los brazos cruzados esperando que todo se resolviera por si solas, sino que salía a buscar respuestas y de alguna manera lograba siempre lo que quería. Levanté mi mano y con cuidado quité un mechón negro de su rostro colocándolo detrás con sutileza para no despertarla. Morgan Hudson se estaba volviendo mi talón de Aquiles y así papá se había dirigido a ella cuando terminamos nuestra conversación y la chica fue en busca de aire fresco.

— No cometas una estupidez hijo — dejé de ver por donde la pelinegra se había ido, viendo sus ojos platinos — soy el dios de las estupideces y créeme cuando te digo que hice muchas cuando conocí a tu madre.

— ¿Te arrepientes? — quise saber.

— Todos los días — suspiró —, sin embargo, de los errores se aprende. Ahora que estoy viejo, veo lo que en ese tiempo no quise ver por cubrirme los ojos con las manos. Porque enamorarme de esa castaña terca fue lo mejor que me pasó en la vida.

— Pero yo no estoy enamorado de ella papá — aclaré porque era verdad.

— Lo sé Nathan — miró en dirección del balcón — esa mujer es tu talón de Aquiles, lo sabes ¿verdad? — fruncí mi ceño — te interesa más de lo que admites.

— Admito que me vuelve loco — bromee y él sonrió.

— De alguna manera saben sacar lo peor y mejor de nosotros — giró su vista donde estaba mi madre charlando con Madison — y sin quererlo se metió hasta mis huesos.

En toda mi vida siempre supe con claridad lo que sentía y por ello puedo decir claramente que no estoy enamorado. No obstante, por estas mismas razones admitía que lo que me pasaba con esa chica era completamente diferente. Había estado con muchas mujeres desde que tengo memoria mas solo eran polvos de una sola noche y no permitía estar con una mujer más de una vez pues me gustaba experimentar y vaya que lo hice pues aquellas mujeres nunca esperaban nada de mi y si lo hicieron nunca lo dijeron pues se los dejaba en claro. Pero con Morgan todo era diferente y extraño ya que ambos no esperábamos nada del otro pero sucedió y ahí me encontraba como un idiota deseándola y queriendo probar lo que una vez me dejo comer.

Era un juego peligroso.

De diferentes niveles.

Pero en ese momento sentía que estaba perdiendo.

Me senté en la cama cubriendo su cuerpo con las sábanas, me levanté entrando al baño para darme un baño pues necesitaba quitar el cansancio de mi cuerpo aunque su aroma no saldría tan fácil. Suspiré hondo pasando mis manos por mi cabello cuando el agua fría cayó sobre mí, necesitaba aclarar mis ideas y pensamientos porque lo menos que necesitaba era bajar la guardia por lo que paso y no seguir con el plan. Ese plan sería para salir de todo esto y debía de alguna manera sacar esa pelinegra antes de que la situación empeorará.

Easton había desaparecido, no sabía dónde se encontraba su trasero por lo que me frustraba más de la cuenta. Eva no me daba respuestas a mis preguntas  y me molestaba que no lo hiciera pero a la misma vez le agradecía que siguiera al lado de ese rubio tonto el cual era terco y testarudo.

Pegué mi cabeza a la fría pared, tenía tanto en mi cabeza que solo por el momento me tocaba dejarlo a un lado ya que tenía ahora el asusto de Marcos Lewis y mi hermana la cual de verdad quería entender lo que había hecho pero no podía y no iba a buscarla hasta que mi mente estuviera en blanco porque me conocía y lo menos que necesitaba ahora era cometer una estupidez.

Herederos ©✔[Heir#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora