— Nathan — el mencionado se giró y unió sus cejas cuando me vio ir a él.
Me reí en mis adentros pues su rostro me decía que no esperaba que saliera de mi oficina detrás de él aunque en realidad no era la primera vez que hacía tal acción mas no me importaba pues necesitaba dejar algo en claro antes de que creyera que en esa relación él tenía los pantalones o poseía la última palabra cuando en realidad eso jamás pasaría. Muchos de los trabajos nos miraban de soslayo, no sabía si era confundidos de vernos ahí cuando deberíamos estar en la sala de reuniones o porque mi voz cuando lo llame resonó casi por todas las paredes rebotando una contra la otra.
Me puse junto a él y sin decirle nada lo tomé de la mano llevándolo a un lugar donde iba a poder hablar con él tranquilamente o eso esperaba. Nathan no se resistió y eso lo agradecí pues no esperaba que se formara una escena en frente de todos los empleados así que aproveché esa oportunidad y también que de uno de los elevadores salieran personajes pues no me fue necesario quedarme esperando que sus puertas se abrieran con muchas miradas sobre nosotros.
— ¿Puedo saber porque me secuestras?— apreté el botón girándome para enfrentarlo, ya lo había soltado de la mano cuando entramos así que él los tenía cruzado sobre su pecho.
— En primer lugar no me diste señas de resistencia — sonrió de lado con diversión — y segundo solo quiero dejarte algo en claro.
— Pensé que mientras de follaba en tu oficina hace segundos lo había hecho — bajó sus brazos y se acercó peligrosamente hasta mí — ¿Quieres más Morgana?
— Estás idiota — no me alejé, y puse mis manos en su pecho para que no se acercará más.
— Solo por ti nena — mis mejillas se ruborizaron, fue inevitable. Aclaré mi garganta para controlarme y lo miré.
— Piensas de verdad que seré tu sumisa — jugué con el borde del cuello de su camisa — o crees que me voy a creer el cuento de que estarás en abstinencia una vez que me vaya.
— Puedes creer lo que desees — agarró mis manos y evitó que lo siguiera tocando — pero solo debes tener en cuenta que si un hombre toca uno de tus cabellos, no querrá conocer a Nathan Collins.
— Entonces ¿puedes actuar como un novio celoso? — jugué y el sonrió con diversión con esa sonrisa ladina sexy y descarada la cual me encantaba.
— Pensé que ya te había quedado claro hermosa pulpa — odiaba que me llamara de esa manera como si fuera un animal — pero si quieres te lo dejaré más claro que mi saliva en tu coño — abrí mis ojos y empecé a tener calor pues no esperaba que ese hombre fuera tan sin filtros — eres mía, yo tuyo. Nos pertenecemos y si quieres quemarte, haré que los dos lo hagamos porque no voy a dejar que me haga cenizas solo.
Las puertas del elevador se abrieron, Nathan me soltó y reí viendo como pasaba a mi lado pues su actitud bipolar posesiva me encantaban aunque no era la razón por la que había salido en busca de su bello trasero. Burlona y con ganas de seguir fastidiándolo lo seguí pues en realidad no tenía nada divertido que molestar a ese pelinegro malhumorado.
— Deja de seguirme — gruñó pero no de mala manera y lo seguí como si fuera una niña.
Estábamos en el estacionamiento del edificio por lo que solo escuche el seguro de un auto ser quitado. Dejé de ver a Nathan ir a su auto cuando mis ojos encontraron una figura masculina recién conocido y dibujando una sonrisa malvada en mis labios cambié el rumbo de mi ruta.
— Kassius — salude y el castaño dejó de ver su celular para concentrar sus ojos en mí. Fui donde el castaño el cual iba en dirección al elevador — pensé que estarías en la reunión.
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Herederos ©✔[Heir#2]
Ficção AdolescenteTodo iba bien hasta que tropecé con ese chico de ojos grises azulados y cabello azabache con traje negro de hermoso rostro. Nunca pensé que tendría tantos problemas al saber de quién se trataba y menos del pasado de su familia. °·.¸.·°¯°·.¸.·°¯°·.¸...