Herederos ©✔[Heir#2]

Capítulo 31

Morgan

Expulse el aire de mis pulmones mientras mis padre me pedían o menor dicho me exigían saber porque había golpeado a Nathan de aquella manera. Ellos estaban más preocupados por vender a uno de sus clientes y compañeros de trabajo que la razón por la cual me atreví a tocar su hermoso rostro. Carter me ayudó a salir de aquel embrollo y se lo agradecí, sin embargo, ese favor no se pagaba gratis y volviendo a mi habitación sabía que a él si le debía respuestas.

Estaba en un pequeño restaurante cerca de casa esperando que a Jason se reuniera conmigo.

En mi cabeza mientras intentaba saborear mi taza con café negro —  como el cabello del chico quien merecía una disculpa de mi parte — recordaba lo que pasó la noche anterior. Por alguna razón intuía que Nathan sabía de quién era aquella llamada o de quien se trataba. Suspire, no necesitaba pensar en estos momentos en eso porque Jason me daría más detalles y si de verdad Nathan no tenía nada que ver con eso como me lo había dicho, debía darme muchas explicaciones de su reacción.

— Seré claro porque voy tarde al trabajo — Jason se sentó frente de mi y por la forma en la que había llegado, iba apurado.— no encontré registros del dueño de aquel número lo que quiere decir que era desechable — me devolvió en celular — lo único que pude averiguar es que la llamada fue que la persona que hizo esa llamada esta no solo en el país, estado, sino que también en la ciudad.

Eso me tensó pero me compuse rápidamente.

— Entonces quieres decir que esa persona puede estar viéndonos en este momento — eso me dio escalofríos, pero el temor se fue cuando la rabia me consumió al imaginar esa estúpida broma.

— Hasta quizás hayas cruzado miradas y no te has dado cuenta — trague saliva y guarde mi móvil en el bolsillo de mi abrigo — no sé en qué estés metida Morgan pero ten cuidado porque esto me da mala espina.

— Eso lo sé — mordí mi labio — gracias.

— Siempre a tu servicio hermosa — me levantó para irse — ten cuidado de verte y otra cosa que ocupes, aunque seas una molestia con gusto te ayudaré.

Le di las gracias una vez más como una mirada asesina por lo último y este respondiendo con una sonrisa salió del restaurante directo a su auto para ir a la empresa en la cual trabajaba. Como dije antes, Jason era un gran amigo de mi hermano como también un amigo mío porque lo conozco desde que éramos niños. Así que si ocupaba a alguien bueno en la compu todo un hacker tenía a Jason para eso.

Me levanté para ir a la empresa cuando una taza con té se puso sobre la mesa. Seguí la mano y encontré una sonrisa por parte de la castaña con ojos celestes. Margaret se miraba a pesar que su cuerpo no era de una modelo con sus noventa, sesenta, noventa; era muy hermosa. Hasta en ese momento tuve la oportunidad de estudiarla un poco mejor pues en todas las veces que nos cruzamos no fueron las mejores circunstancias. Margaret era un poco más alta que yo, su cabello castaño lo llevaba hasta los hombros y parecía recién cortado, sus labios eran delgados pintados con un rosa suave brillante, sus ojos eran celestes muy claros.

— Buen día Hudson — la castaña se sentó frente de mí y por sus ojos dormidos creía que se iba a quedar dormida en la mesa.— no pensé que nos encontraríamos.

La chica bebió de su té y con sus ojos pesados me miró.

— Un ciudad grande en un mundo pequeño — murmuró sobandose los ojos — no te rías — hasta en ese momento me di cuenta que lo hacía — tuve que trabajar hasta tarde.

— ¿De qué trabajas?— pregunté

— En estos momentos termino de ser pasante en el hospital New Yorck Center for Trauma. Lo único que esperó es que todo haya salido bien para quedarme ahí y tratar a alguno de los pacientes.