Capítulo 2

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Mire la hora en mi reloj procurando que tuviera suficiente tiempo para llegar al trabajo, teníamos una reunión muy importante con la prensa y mi hermoso padre se le ocurrio avisarme hasta esta mañana. No puedo creer que todo este alboroto sea gracias al futuro y nuevo heredero de la compañía Collins. Sabía que ellos eran muy importantes, ricos y buenas personas — o eso dice mi padre— pero no era para que todos se volvieron locos por lo que pasaría mañana en la noche.

Necesitaba un café urgente antes de qje me durmiera en media carretera, anoche tuve mucho trabajo que terminar y siento mi cuerpo pesado, las ojeras tuve que taparlas con varías capas de maquillaje pues lo menos que deseaba era verme horrible en frente de tantas personas.

Agradecí al cielo que no hubiera ninguna fila, así podría comprar mi café y volver a la empresa antes de que cantará un gallo o mejor dicho antes de que mi padre me gritará porque llegué tarde a una reunión importante y sabiendo lo profesional que era y lo responsable prefería evitar todo ese embrollo.

— Latte— pedí a la chica y esta se giró haciendo mi pedido de siempre.

Esperé impaciente mirando la hora en mi reloj mientras golpeaba con mi zapato el piso varas veces. El sonido de mi celular hizo que saliera de mi desesperación al ver el nombre en la pantalla una sonrisa se curvo en mis labios.

— Buen día hermosa— Saludo James al otro lado de la línea.

— Buen día secretaria — reí y más cuando escuché su bufido.

— Trato de ser romántico y sales con eso, me hieres Morgan me hieres.

— No seas tan exagerado.

— Puedo necesito que me mandes los documentos de las firmas de la semana pasada— saco mi tarjeta y se la extendiendo a la chica la cual la toma para pagar mi cafe.

— ¿Dónde estas?

— Toronto— eso me sorprendió.

— ¿No estáras en la reunión?— la chica me devolvió la tarjera de crédito y la guardé de nuevo en mi cartera y le di un gracias a la chica en silencio.

— No, pero estaré para mañana en la noche— quería verlo, extrañaba a James y no era para nada agradable saber que estaba tan lejos de mi. Sin embargo tenía que ser profesional y entendía que este trabajo no nos mantendría juntos todo el tiempo por ello aunque me gustaba no sabía exactamente si eramos algo más que amigos con derechos — no se te olvide mandarmelo porque lo necesito.

La chica me extendió el recipiente con el cafe y lo tome para concentrarme en Ferguson.

—Si esta bien te voy a lla... — no termino de hablar cuando el líquido café que llevaba en el envase cae sobre mi falda quemando mi delicada piel. Escuchó un gruñido masculino y alzo la mirada viendo que el chico el cual me atropello— literalmente — me mira con esos ojos azules grisáceos con ganas de clavar una estaca en mi frente.

Escuchó la voz de mi novio quien me trata de llamar desde el otro lado de la línea y sin despegar mi mirada del chico que aunque es atractivo — no miento — corto la llamada.

—¿No te vas a disculpar?— dice esperando una respuesta de mi parte.

— ¿Disculpa? —pasó mi lengua por el interior de mi mejilla y arqueo una ceja.

—Disculpa aceptada — el chico pelinegro me da una sonrisa forzada de boca cerrada y sale de la cafetería.

Veo que por la puerta de cristal en la cual acaba de salir como se va quejando y sacudiendo su saco bien planchando como si eso le fuera a quitar el líquido negro. Un hombre de traje le abre la puerta de un auto el cual entra en la parte de atrás.

¡Esto no se va a quedar así imbecil!

Con toda la rabia del mundo miro mi ropa y deseo que la tierra me tragará. ¡Genial esto era lo que quería! Con toda la rabia del mundo y tratando de limpiar mi ropa con la servilleta marcó el número del elevador, al estar en mi piso paso directo al baño para ver si puedo quitar un poco del olor a café de mi ropa. Al ver que no puedo, respiró hondo para tomar paz en mi interior la cual un chico de ojos azules grisáceos me había quitado. Tire la servilleta en el bote de basura, tome mi bolso que lo había colocado sobre el lavamanos antes de pasar la servilleta mojada por mi falta para ir directo a mi oficina, mandarle a James lo que necesitaba e ie directo a la sala de reunión el cual no faltaba mucho.

—Dina— le digo la mujer que esta sentada en su escritorio la cual es mi secretaria— necesito que mandes por correo al señor Ferguson las firmas de la semana pasada y por favor me consigas una taza de cafe— suplicó y la mujer asiente acomodando sus anteojos levantandose para ir de seguro a la cocina por mi pedido.

Al estar en mi oficina busco lo necesario para ir a la reunión que solo falta cinco minutos para que empiece, levanto los documentos que necesito y escucho la puerta ser tocada.

— Pase— digo y la puerta se habre dejandome ver una cabellera pelirroja com algunas canas entrar cerrando la puerta con cuidado con el envase con el café en sus manos.— Gracias linda.

— Por nada jovencita.— me da su sonrisa cariñosa la cual me da animos todas las mañanas.

Dina es toda una mujer mayor de cincuenta y dos años. Sus cabello rojo tiene varias canas y aunque su color no brilla con mucha intensidad cuando era más joven tenía un poco de ese brillo adornando ahora claro con cabello blanco. Sus ojos eran azules color oceano y me encantaba su manera tan dulce de ser. A trabajado para mi desde que tengo memoria y es una gran secretaria como una bella consejera

Entro a la slay vero que ya varios estan en sus lugares. Me senté y note que mi padre aún no había llegado, deje salir el aire de mis pulmones y me acomode para estar lista

— Buenas tardes — saludo el hombre que acababa de entrar.

Su cabello era un dorado y estaba bien peinado hacia tras, su tez era bronceada y era muy apuesto. El sujeto vestía de un traje blanco el cual le quedaba perfecto a su figura masculina, dentro de su traje tenia una camisa azul y sus ojos eran un grisáceo fenomenal. El empresario que acaba de sentarse frente de mi venia acompañado de un chica rubia la cual parecía ser su secretaria.

Trate de ignorarlo y proseguí confirmando que todo estuviera en su lugar antes de que mi padre llegará, sentí unos ojos sobre mi y cuando los levante me encontre con esos ojos grisáceos el cual su dueño me compartió una sonrisa muy linda no lo negaba pero tampoco era nada en especial.

La voz de mi padre saludando a todos hizo que dejara de ver al sujeto frente de mi para ver a papá. El hombre de cabello dorado el cual se puso sobre sus pies acomodando su traje dejando una mano sobre su abdomen y con la otra saludo a mi padre.

— Hola señor Hudson — estrecharon sus manos— mi nombre es Easton Collins y vengó en representación de la empresa.

Me quede con la boca abierta cuando el chico se presento con mi padre.

Collins

Este hombre atractivo alto de buen físico que tenía de frente, era el hijo de Ethan Collins ¿de verdad? Ese chico rubio era el nuevo heredero de la empresa, el causante de que fuera esta reunión y de que mi padre estuviera emocionado de ello y que hiciera una fiesta en su honor.

¿Entonces porque no le gustaba las fotografías? Digo, en toda las fotos que salen sus padres él no sale en ninguna y tampoco lo he visto e imagine por ello que no salía porque quiza era feo o algo parecido. Pero este sexy hombre no estaba mal, estaba bueno.

Herederos ©✔[Heir#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora