Capítulo 43

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Maratón 2/4

Morgan

Pasé mi lengua sobre mis labios y respiré hondo pues necesitaba saber cómo iba a seguir con todo esto. En cuestión de segundos todo se había ido a la mierda cuando él decidió dejar de darme el placer y abrió su boca dando comentarios absurdos. ¿Por qué quería que me alejará? No lo sabía y quise entenderlo, de verdad vaya que lo intenté pero lo menos que necesitaba era pensar que si de verdad algo le sucedía debía de marcharme ¿por qué?

Y fui una idiota cuando le propuse venir conmigo ¿en que pensaba? Él tenía su vida en New York, una empresa la cual era famosa, reconocida y había creído en todos estos años al rededor del mundo ¿por qué iba a dejar todo eso por mí?

— ¿Qué somos? — quise saber porque necesitaba respuestas antes de que me diera un paro cardíaco pues sino éramos follaamigos quería saber que éramos en realidad.

Nathan negó y apreté mis labios tratando de calmarme porque odiaba que se callara cuando decía algo importante.

— Entonces solo somos follaamigos — me alejé de él.

— Morgan.

— No Nathan — tomé una toalla envolviéndola en mi cuerpo — sino me dices que somos en realidad ¿cómo lo voy a saber?

— Es algo que no se dice con palabras — eso era absurdo y reí sin gracia.

— ¿Te estás escuchando?— me tomó del brazo y me volvió a besar, quise seguirle el beso pero no podía así que lo alejé.— cuando sepas lo que quieres, me llamas.

— Sé que no deseo que otro hombre que no sea yo te toque — me apretó a su cuerpo y mi corazón se aceleró como estúpido cuando debería tener rabia por sonar tan posesivo como si fuera un objeto — quiero que solo seas mía Morgan Hudson, que seas solo mi Morgana y de nadie más.

Yo no le pertenecía a nadie y si en algún momento eso hubiera pasado, ya estaría encadenada a mis padres quienes fueron los que me dieron todo. Pero no era así y fui una estúpida cuando me quedé en shock con el mundo detenido solo observando al chico de ojos azules con grises cuyas palabras no significaban nada pero a la misma vez decían mucho. No pude darle una respuesta, mis labios estaban completamente sellados y deseaba decirle que si eso pasaba su vida también sería porque yo no iba a dar la mía sin ninguna a cambio.

— Y si me preguntan ¿qué somos?

— Les dirás que eres mía — tocó mi labio inferior y lo halo.— y si no les es suficiente, les dices que soy tuyo.

Esas palabras quizás en otro momento me hubieran hecho caer en sus brazos como toda una idiota pero intentaba comprender porque ese cambió tan repentino de nuestra conversación. No quise preguntar, esas palabras me habían dejado demasiado confundida — más de lo que estaba — por lo que por segunda vez en el día había decidido huir y funcionó.

Quizás otras personas me creerán cobarde por huir y no seguir buscando respuestas. Pero no era tan idiota para quedarme haciendo una telenovela en mi cabeza cuando por alguna razón el tema había girando cayendo en uno que me había dejado con el corazón acelerado. ¡Dios! En un solo día había dejado al novio que tenía, había follado con el hombre que me traía loca y que estaba aceptando que solo era más que atractivo física para que ese mismo me saliera tras de con carácter bipolar, posesivo y vaya que es aparte me gusto pero a la misma vez me negué porque no podía tan rápido aceptar algo con alguien y herir a un chico más de lo que ya estaba.

Agradecía que Nathan me dejará ir y que supiera darme mi espacio pues por primera vez creía que no iba a poder dormir por las palabras de un chico. Quité las llaves de mi auto y sin esperar demasiado salí del auto directo al elevador porque necesitaba un lugar que no fuera mi cada donde pudiera respirar con tranquilidad. Toqué la puerta una y otra vez esperando que esa mujer la abriera y a penas escuché que le quitó el seguro no lo pensé cuando la empujé y entrando a su departamento fui donde ella mantenía el alcohol pues necesitaba uno muy fuerte.

Herederos ©✔[Heir#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora