Herederos ©✔[Heir#2]

Capítulo 10

— ¿Estás ocupada? Bueno no importa — Carter entro a mi oficina sin tocar.

Rodé los ojos — Para que preguntás entonces— con una sonrisa divertida en sus labios dejo caer unos documentos sobre mi escritorio — ¿qué es?

— Papá no está, así que firmalos.

— Pero eso lo puedes hacer tú.

Dije confundida revisando los papeles, mi hermano aunque mi padre no lo tuviera en la mira para ser su heredero le dio un trabajo importante, era encargado de unos de los pisos como también un buen administrador. Deje de ver los papeles para ver a mi hermano que tenía su mirada en algún punto sobre la mesa, sus ojos estaban idos como también una expresión de confusión, cansancio y preocupación quizás. Lo conocía lo suficiente para darme cuenta que no estaba aquí para que su hermana hiciera su trabajo, estaba aquí por otra razón.

— Me dirás que ocurre— Carter tomo una bocanada de aire mirándome con esos ojos oscuros.

— Odió admitir esto— bufó — pero eres mi psicóloga.

— Eso ya lo sé — me levanté y lo lleve hasta donde estaban los sofás sentandome junto a el esperando que me contara eso que le prepcupaba— ¿es del trabajo?—Negó — ¿Familiar?— volvió a negar— ¿cómo es la chica?

Carter me volteo a ver de golpe con la sorpresa palpable en su rostro. Esperé que me dijera algo, pero miro al frente como si aún estuviera dialogando consigo mismo para charlar de ese tema. Mi hermano a pesar de que era en ocasiones fastidioso como hermano era un gran chico con un gran corazón, nunca en mi existencia le he conocido una novia y aunque tampoco quería saber de su vida sexual imaginaba que este chico solo se concentro en darse a ver a mi padre lo cual estaba mal ya que él necesitaba salir más con sus amigos como antes de que entrara a la universidad.

— Hermosa— note el brillo en sus ojos y me sentí bien por el.

¡Ay hermano!

— Cuéntame más sobre ella, eso no hará que te ayude.

— La conocí hace un mes en el centro comercial, la chica andaba con unas amigas y pues yo en asuntos de la empresa, no cruzamos palabras y lo pasé por alto ya que imaginé que no la volvería a ver.

— Eso quiere decir que fue amor a primera vista.

— Eso creo.

— ¿Y cuándo la volviste a ver?— la intriga de saber de quien se trataba me estaba comiendo pero quería tener la información con delicadeza.

— Hace unas semanas— me miró y note la preocupación en ellos.

— Pero dime que es lo que te preocupa, te gusta y eso no tiene de malo.

— Se que no lo es— suspiró— es menor de edad.

Quede con la boca abierta ante la información que me estaba dando mi hermano de veintidós años. Trate de mantener mi mente fría pues lo menos que deseaba era decir alguna estupidez y que mi hermano pensará que por gustarle a esa chica fuera un pedófilo.

— ¿Y qué tiene?— arrugó su frente — ¿cuantos años tiene?

— Diecisiete.

— Solo son cinco años hermano, sabes que para el amor no existe la edad y ninguno esta cometiendo un crimen.

— No hemos cruzado palabras y tampoco se si le gusté. — iba a decir algo cuando esté me interrumpió — la vi con el uniforme hace unos días, al parecer va a la misma escuela que Penélope — metió su rostro entre sus manos.