Capitulo 42

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Perdón no sabía que estabas ocupada?, dijo Alejandro dándose la vuelta.

Regina y Daniel se separaron rápidamente, algo agitados por el momento.

Daniel: he... voy al baño.

Alejandro vio a Regina con ganas de regañarla, mientras ella al ver su expresión de desconcierto no pudo evitar que una sonrisa nerviosa se le dibujara en los labios.

Alejandro: mi madre me dijo que tenías mucho trabajo, pero no imagine que iba a encontrarte ocupada en otras... COSAS.

Regina: quita esa cara, que no estábamos haciendo nada malo.

Alejandro: no? te imaginas si llegó 5 minutos tarde? Habría visto algo más que esto, dejaste la puerta abierta.

Regina: perdón, no me di cuenta, trataré de ser más cuidadosa, pero entiéndeme que estoy enamorada.

Alejandro: pues aprende a controlar tus hormonas en el horario laboral.

Daniel: por favor no la regañes, la culpa es mía, debí estar más atento y cerrar la puerta, después de todo entré después de ella.

Alejandro: no quiero sonar anticuado, pero te suplico Daniel que respetes a mi hermana, mi mamá te manda esto, es un trozo de pastel de chocolate que hizo esta mañana.

Regina: gracias. Sabes si estarán en la noche?

Alejandro: si, claro.

Regina: por favor dile que en la noche voy a verla.

Alejandro: está bien, con permiso.

Alejandro salió y cerró la puerta.

Daniel: crees que le diga algo a tus padres?

Regina: no, sabes que por su condición de ser "sacerdote" es conservador y sigue pensando que la mujer debe de llegar virgen al matrimonio y en mi caso pues...

Daniel y Regina rieron.

Después de que cada uno regresó a su respectivo trabajo, Regina no podía dejar de sonreír al verse el anillo en su mano.

Regina: tu esposa, voy a ser tu esposa.

Daniel no dejaba de ver una fotografía de Regina y Miranda que tenía en su teléfono.

Daniel: al fin vamos a estar juntos los tres, como una familia, te prometo mi amor que no habrá nada que nos separe, lucharé para hacerlas felices.

Regina llamó a Esperanza para decirle que llegaría un poco tarde, pues primero pasaría a casa de sus padres, y así fue después de terminar su trabajo y quedar de verse con su novio más tarde, Regina llegó a ver su madre.

Lorenza: hija, que gusto verte.

Regina: mamá.

Lorenza: tienes problemas con tu padre?

Regina: no, eso ya se resolvió, vine a verte y a pedirte si puedes decirle a las empleadas que mañana preparen una cena muy especial.

Lorenza: que vamos a celebrar?

Regina: Daniel va a pedir mi mano.

Lorenza se puso de pie sin decir una sola palabra.

Lorenza: que?? Casarse? No te parece muy apresurado?

Regina: ma, sé que apenas llevamos unos meses, pero han sido lo suficiente para saber que quiero disfrutar el resto de mi vida a su lado, además quiere darle su apellido a Miranda.

Lorenza: cómo?

Regina: si mamá, quiere que formemos una familia, además así mi papá no tendrá que avergonzarse de mí.

EL GIRO DE LA VENGANZADonde viven las historias. Descúbrelo ahora