Capitulo 136

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Ximena se marchó, Lucia y Arturo se subieron a su auto.

Lucia agarró su teléfono y buscó en las noticias más recientes el escándalo de la constructora, entre las imágenes logró reconocer a Ximena.

Lucia: entonces es verdad, esta mujer es la que le ha hecho la vida de cuadritos a Regina.

Arturo: arranca de una vez, ya me quiero ir a mi casa.

Lucia: ya voy. - dijo guardando su teléfono-

Ximena regresó al hotel donde se escondía.

Ximena: ¿será verdad que esa mujer también odia a la Familia de Regina? Porque si es así una alianza con ella me vendría muy bien.

Regina y Daniel le leyeron un cuento a Miranda, esta se quedó dormida.

Daniel: voy a llamar a mi mamá. -le dijo a Regina mientras ella arropaba a la niña-

Regina: está bien.

Daniel habló un buen rato con su mamá, le contó sobre  su viaje y el plan de la auditoria, pero charla se extendió tanto que cuando regreso a su habitación su esposa ya estaba dormida, la arropó, puso su libro en la mesa de noche, le dio un beso en la frente y se acostó a su lado.

Daniel: buenas noches mi amor.

Al día siguiente Ximena estaba muy impaciente, sus cuentas en el banco estaban congeladas y el efectivo que tenía en el momento no iba a durarle mucho tiempo.

Ximena: necesito dinero, con esto no voy a poder sobrevivir por mucho tiempo, tengo que echarle mano a mis joyas, es lo único que me queda.

Ximena tomó su celular y se citó con alguien en algún lugar cerca.

Regina y Daniel dejaron a su hija en el kínder, luego llegaron a la constructora, donde todos los empleados los saludaron muy emocionados, luego ella pidió al contador que fuera a su oficina en unos minutos.

Arturo despertó con un fuerte dolor de cabeza, y con mucha sed, agarró una jarra de jugo de naranja y bebió de allí.

Lucia entró a la cocina.

Lucia: al menos usa un vaso como todo el mundo.

Arturo: tengo mucha sed.

Lucia: ¿y cómo no? Si ayer te caías de borracho, tuviste suerte en que pudiera dar con tu paradero.

Arturo: ¿suerte? ¡me hubieras dejado ahí!

Lucia: por supuesto que no, pudieron robarte o lastimarte.

Arturo: mejor para ti.

Lucia: no digas estupideces, si no me importaras no habría ido a buscarte.

Arturo: la próxima vez, ni te molestes, yo puedo arreglármelas solo.

Lucia: ¡qué mal agradecido eres!

Arturo: no empieces con tus insultos que mi cabeza esta que explota.

Lucia: pues entonces tomate algo para la resaca y llama a tu trabajo porque ni loca te vuelvo a cubrir.

Arturo: después, cuando este dolor de cabeza se me pase, y no te daré gusto de perder ese trabajo.

Lucia salió de la cocina, luego de la casa, se subió a su auto y se marchó.

Regina y Daniel estaban en la oficina con el contador.

Contador: ¿necesita los libros de los últimos 6 años?

Regina: sí.

Contador: es que no se pueda dárselos, tengo que pedirle autorización a su padre.

EL GIRO DE LA VENGANZADonde viven las historias. Descúbrelo ahora