Capitulo 2

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Rápidamente terminó su maleta, anotó el teléfono del anuncio, reservó una habitación en un hotel de la capital y bajó a despedirse de su madre.

Alicia: no pensé que decidieras irte tan pronto, apenas y acabamos de enterrar a tu papá.

Daniel: cambiaron mis planes, por favor , ven conmigo, no quiero que te quedes aquí sola.

Alicia: no! Prefiero quedarme aquí, están mis tías, que aunque viejitas me necesitan, así que no estaré tan sola, llamamé en cuanto llegues.

Daniel: claro, pero si cambias de opinión, no dudes en llamarme, vendré rápidamente por ti.

Alicia: cuanto tiempo estarás fuera?

Daniel: el tiempo que sea necesario para descubrir al culpable que acabó con la vida de mi padre, puedes darme tu bendición?

Daniel se hincó un poco para recibir la bendición de su madre, después camino hasta su auto y partió.

Como cada semana Regina se reunió a tomar con café con Susana, su psicóloga y ahora amiga, con quien había entablado una excelente relación gracias a su hermana Sofía, y sabía lo que había pasado años atrás.

Susana: No puedo creer que sigas soltera.

Regina: mi vida es Miranda, entre ella y mi trabajo en la constructora no tengo tiempo de tener un novio, además no cualquiera aceptaría la hija de otro.

Susana: si los hay, te lo aseguro pocos, los que valen la pena, pero los hay, eres muy bonita y estoy segura de que pretendientes no te faltan.

Regina: no te creas, los que han aparecido interesados sólo buscan una aventura y sabes que yo no soy de esas, soy una mujer comprometida.

Susana: esos tipejos son unos idiotas, eres perfecta, mírate, tienes un rostro y una figura envidiable, un trabajo exitoso, una hija preciosa, unos padres que te adoran, y tus hermanos.

Regina: sólo cuento con Sofía, ya sabes que Alejandro no me acepta porque según él es pecado ser madre soltera, no sabes la tristeza que me da haber perdido su cariño.

Susana: y si le cuentas como sucedieron las cosas? A lo mejor te entiende y deja de ser tan duro contigo.

Regina: no, eso sólo lo saben tú y verónica como mis amigas y Sofía, además ni siquiera estoy segura de lo que pasó esa noche.

Susana: no fuiste violada, ni maltratada lo que te pasó fue bajo el efecto de alguna sustancia que ni tu misma sabes de donde salió.

Regina: si, pero dime que pudo pasar por mi cabeza en ese momento para meterme a la cama con un desconocido? Sólo recuerdo que desperté aturdida, con un dolor de cabeza, algo mareada y sin recuerdos y cuando supe de mi embarazo creí que era de mi novio, te imaginas la vergüenza que sentí cuando el mismo me enseñó su análisis de fertilidad?

Susana: hemos discutido este tema muchas veces, es cierto que Arturo se sintió engañado, pero no tuviste la culpa ni merecías que te tratara como lo hizo, si no te hubieras alejado de él te habría hecho perder a tu hija, así que no importa quien la engendró, es tuya, punto.

Regina: tienes razón, soy una tonta, a veces me pongo a pensar y aparecen tantas cosas en mi cabeza que te juro que siento que me voy a volver loca.

Susana: nada de eso, me tienes a mí, puedo escucharte durante horas, aceptarías un consejo?

Regina: como mi amiga o mi terapeuta?

Susana: como tu amiga.

Regina asintió.

EL GIRO DE LA VENGANZADonde viven las historias. Descúbrelo ahora