Capitulo 56

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Gabriel: ¿discúlpame papá no tenía a quien más recurrir, puedo pasar?

Aarón: pues si no hay de otra.

Aaron llevaba años sin saber de su único hijo, jamás imaginó bajo que condiciones volvería a verlo.

Miranda estaba en casa de una de sus compañeras del colegio, todas habían sido recogidas en el kínder por la madre de esta.

Daniel dejó a Regina en su departamento para acompañar un rato a su madre, habían quedado de ir a cenar juntos.

Esperanza: mi niña, me vas a decir que ocurre con tu hermana.

Regina: todo está bien.

Esperanza: ah si? Pues no lo creo, estos últimos días ha estado bien extraña y eso de que haya decidido no ir a trabajar se me hace muy sospechoso.

Regina: bueno, está cansada y solicitó unos cuantos días de vacaciones.

Esperanza: ¿de verdad crees que me chupo el dedo? ¿Conozco a Sofia tanto como a ti, tiene una mirada diferente, está embarazada verdad?

Regina: nana

Esperanza: solo dime.

Regina: si, está embarazada, ¿pero como lo supiste?

Esperanza: lo intuí, a eso súmale que anda tan nerviosa como tú cuando supiste que esperabas a Miranda.

Regina: por favor no le digas nada, espera que ella misma sea quien te lo cuente.

Esperanza: no te preocupes, yo pico de cera, pero si me gustaría hablar con ella, ¿te molesta si voy a visitarla a su departamento? Como Miranda no me necesita hoy pues..

Regina: claro, ve con ella, en un rato Daniel vendrá por mi para ir a cenar.

Esperanza: en ese caso, te dejaré en buenas manos.

Susana acompañó a Sofia a su departamento.

Susana: me alegra verte más tranquila.

Sofia: gracias por escucharme, aunque por estar contándote mis problemas perdimos a Aturo de vista.

Susana: no te preocupes, bastara con advertirle a tu hermana que andan cerca.

Sofia: no le va a gustar nada.

Alicia: ¿Qué tienes en las manos hijo que tanto sonríes?

Daniel: es el documento donde testifica que Miranda es mi hija.

Alicia: ¿entonces al fin vas a decirle todo a Regina?

Daniel: si mamá, esta noche iremos a cenar solos, así que le confesaré la verdad, solo espero que no me odie ni cambie nuestros planes de boda.

Alicia: Regina es muy buena y entenderá los motivos por los que no lo hiciste antes.

Aaron: ¡vaya! té estabas demorando para meter las patas, era de esperarse que después de ser tan mujeriego en algún momento sembraras un hijo.

Gabriel: se que merezco tus reproches, pero estoy asustado, no sé qué hacer.

Aaron: siempre te advertí sobre las consecuencias de tu inmadurez, agradezco al cielo que tu madre no está aquí con nosotros, porque se sentiría muy decepcionada de tu irresponsabilidad.

Gabriel: papá, si vine hasta aquí es para que me ayudes, no para que me sigas echando en cara mis errores.

Aaron: ¿Qué necesitas? ¿Dinero? Tienes un buen trabajo, no creo que lo necesites.

EL GIRO DE LA VENGANZADonde viven las historias. Descúbrelo ahora