Capitulo 9

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Ariel: es aquí donde necesito de tu ayuda.

Regina: pues esta maravilla ya tiene un punto a favor.

Ariel: eso me parece perfecto.

Regina: bueno, me voy a mi oficina, tengo que terminar algo que dejé pendiente, nos vemos al rato.

Regina besó a su padre en la mejilla y salió.

Daniel logró cerrar contrato con una inmobiliaria y rentó un departamento, estaba relativamente cerca de la constructora.

Lo recorrió y le pareció perfecto, tenía dos habitaciones, la principal que dejaría para él y la otra en caso de que su madre algún día quisiera visitarlo; regresó al hotel por sus cosas.

Miranda veía la tv mientras esperanza hacia la comida, Sofía llegó de improvisto, las saludo y fue a darse un baño, pues se reuniría con unos colegas con motivo de despedirse de uno que dejaría el hospital.

Después de acomodarse en el departamento Daniel siguió trabajando en su proyecto por un par horas, luego fue al súper para llenar su despensa, allí se encontró con alguien que hace años no veía.

Daniel: de verdad que el mundo es muy pequeño, mira que encontrarte aquí.

Gabriel: te perdí la pista hace tiempo amigo.

Daniel: desde que te fuiste del país a especializarte no?

Gabriel: si! Perdóname, tuve tanto trabajo que apenas y tenía tiempo para respirar, cuéntame que haces aquí, como están tus padres?

Daniel: mi padre murió hace unos días.

Gabriel: lo siento mucho, no he sido un buen amigo estos últimos años, perdóname.

Daniel: no te preocupes, yo tampoco me interese en buscarte, después del accidente me cerré al mundo.

Gabriel: cual accidente?

Daniel: pasaron muchas cosas.

Gabriel: pues vamos a tener que hablar no? Por qué no vienes conmigo a cenar?

Daniel: me imagino que sigues soltero?

Gabriel: así es, ni siendo pediatra me dan ganas de casarme, y tener hijos, de hecho por eso estoy aquí, vine a cubrir un cargo en el hospital.

Daniel: sigues en las andadas ehh

Gabriel: es que es muy difícil encontrar tantas virtudes en una sola mujer.

Daniel: no tienes remedio; entonces te quedaras una buena temporada.

Gabriel: si, y tú, no me has dicho, porque no estás en tu ciudad?

Daniel: también vine a trabajar, entre otras cosas.

Gabriel: pues eso me lo vas a contar detalladamente durante la cena.

Daniel y Gabriel salieron juntos.

Durante la cena Gabriel no paraba de tener cara de sorpresa con todo lo que Daniel le contó.

Daniel: piensas lo peor de mí no?

Gabriel: por supuesto que no, probablemente haría lo mismo que tú, sólo te pido que pienses muy bien las cosas no te desvíes del camino, se justo pero sin atentar contra personas inocentes.

Daniel: no te prometo nada, aún no entro a esa constructora, pero te juro que apenas lo haga planearé lo justo.

Gabriel: porque no demandas?

Daniel: el dinero no va a regresarme a mi padre.

Gabriel: y lo que tienes en mente, sea lo que sea tampoco.

EL GIRO DE LA VENGANZADonde viven las historias. Descúbrelo ahora