Capitulo 52

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Lucia: ya veo que el viaje te sentó mal, y si tanto te preocupa Regina, ve a buscarla.

Arturo: ya lo hice.

Lucia: ¿Qué estás diciendo, imbécil?

Arturo: no pude contener las ganas de buscarla, y sabes, estás más hermosa que nunca.

Lucia: ¡¡¡ya cállate!!!

Arturo: ¿no quieres saber que se ve mejor que mejor que tú? Es feliz y no una amargada amargada como tú.

Lucia salió furiosa de la casa, azotando la puerta.

Arturo: si, Regina es hermosa, y su hija, también, sólo quisiera saber quién la identidad del hombre con quien me engañó, tengo tanto que preguntarte Regina.

Lucia caminaba por la colonia llena de mucha rabia, llorando por la humillación que acababa de sufrir.

Lucia: Maldita Regina, te juro que si te llego a ver cara a cara me las vas a pagar.

Dijo, mientras se limpiaba sus lágrimas con sus manos.

Daniel y su madre llegaron al departamento de Regina, quién aún no llegaba.

Esperanza: joven Daniel, siga.

Daniel: Esperanza, ella es Alicia, mi madre.

Esperanza: mucho gusto señora.

Daniel: Esperanza es la nana de Regina, y de Miranda.

Alicia: es un verdadero placer conocer a la mujer que crio a la prometida de mi hijo y a mi nieta.

Daniel vio nervioso a su mamá.

Alicia: por que en eso se convertirá Miranda cuando mi hijo se case con su madre.

Esperanza: ¿ambas son muy dulces y su hijo se ganó sus corazones, pero siéntense por favor, quieren tomar algo?

Daniel: no gracias.

Alicia: traje este pastel, yo misma lo hice.

Esperanza: es el preferido de mis niñas, enseguida lo sirvo, Regina y Miranda no tardan en llegar.

Alicia: la ayudo.

Esperanza: nada de eso señora, usted es invitada.

Esperanza se retiró a la cocina.

Alicia: ¿es un hermoso departamento, vas a vivir aquí con ellas o las llevaras a vivir contigo?

Daniel: es algo que aún no definimos.

Alicia: ay hijo, pues apúrate, es mejor que todo quede arreglado antes de la boda, eso incluye confesarle a Regina sobre tu parentesco con la niña.

Daniel: si mamá.

Regina y Miranda llegaron al departamento, mientras abrían la puerta venían conversando un poco.

Regina: ¿entonces solo eso necesitas para ese día?

Miranda: si mamita.

Regina: bien, en la noche te lo paso.

Cuando entraron vieron a Daniel y su madre sentados en el sofá.

Regina: ¡mi amor!

Daniel se puso de pie.

Daniel: hola mi vida.

Se dieron un dulce beso, después ella camino hasta donde Alicia.

Alicia: ¿Regina, como estas?

Regina: muy bien, encantada de tenerla con nosotros.

Miranda estaba un poco callada, algo tímida, Daniel la tomó en sus brazos y se acercó a su madre.

EL GIRO DE LA VENGANZADonde viven las historias. Descúbrelo ahora