Capitulo 25

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Regina: sí, claro no hay problema.

Sofía: gracias.

Regina: de que"

Al colgar Regina se quedó pensativa.

Daniel: pasa algo?

Regina: no! era mi hermana, quiere llevar a alguien a la fiesta de Miranda.

Daniel: y eso te molesta?

Regina: no, es sólo que se me hace extraño, ella no es de tener muchos amigos ni mucho menos de llevarlos a la casa.

Daniel: a lo mejor está saliendo con él.

Regina: desde que se divorció mi hermana dejo de tener relaciones serias, cambia de novio como de calcetines y ninguno lo lleva a la casa de mis padres.

Sofía y Gabriel tenían una apasionante aventura, aunque para el resto del mundo eran solo amigos y colegas, sin embargo ella lo había invitado a la fiesta de su sobrina.

La pequeña estaba feliz por su fiesta de cumpleaños, fue con su abuela y su tío a medirse su vestido después del kínder, mientras Regina trabajaba.

Durante la noche Daniel se sientió inquieto lo que le dijo Regina sobre su hija.

Daniel: la amo más que a mi vida, y convertirme en el padre de Miranda sería algo maravilloso, esa niña me ha conquistado, pero no sé si sea correcto, no después de que llegué con otras intensiones a esta ciudad, que hago Dios mío? No sé si Regina pueda comprenderlo, no quiero perderla, le juré no lastimarla nunca.

Regina observaba a su pequeña dormir, y no pudo evitar recordar el momento en que nació.

5 años atrás

Regina trabajaba en un proyecto para la universidad, cuando sintió un fuerte dolor que le impedía moverse, empezó a gritar llamando a Esperanza.

Regina: nana!!!! Nana!!!

Esperanza apareció de inmediato.

Esperanza: que tienes mi niña? por qué gritas así?

Regina: creo que ya llegó el momento.

Esperanza: pero te faltan como 2 semanas.

Regina: lo sé pero, es hora, ya va a nacer mi bebé.

Mientras Regina respiraba profundo intentando conservar la calma, su nana buscó sus cosas y le avisó a su madre, quien de inmediato las llevó al hospital y desde allí le avisó a su esposo.

Regina estaba asustada, su hermana que estaba de interna en aquella clínica entró con ella al parto en vista de que no tenía al padre de su hija con ella.

Sofía: no te preocupes, todo va a salir bien.

Regina: me duele mucho.

Sofía: yo sé pero piensa que pronto conocerás a tu bebé.

Después de varias horas de dolor Regina dio a Luz a su hija, el doctor le entregó a su bebita en brazos.

Doctor: felicidades, es una hermosa niña.

Regina la tomó y besó en la frente y abrazó.

Regina: ya estás aquí, no sabes cuánto espere que llegara este día para conocerte, prometo ser la mejor mamá del mundo, y aunque no tengas un padre, nunca te va a faltar amor.

La bebita tenía el cabello rubio como el de su mamá,  ojos claros y piel muy blanca.

Cuando ambas fueron dadas de alta, y regresaron a casa fueron cariñosamente recibidas por toda la familia y  empleados, a excepción de Alejandro que prefirió irse a un retiro que conocer a su sobrina; Para Regina fue difícil atender  a la vez sus obligaciones en la universidad y a su bebita, a pesar de que tenía a su mamá, y su nana que le echaban la mano, debía despertar todos los días a la madrugada varias veces para darle de comer y dormirla;  siempre que la veía dormir, la observaba detalladamente internando recordar el rostro del hombre que la había engendrado aquella noche aunque de dientes para afuera decía que ya no le importaba, lo cierto es que tenia curiosidad de saber quién la había convertido en madre.

EL GIRO DE LA VENGANZADonde viven las historias. Descúbrelo ahora