Capitulo 109

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Regina: es verdad, perdóname.

Daniel: extrañaba tanto tenerte así- dijo mientras la apretaba con sus brazos-

Regina: yo también, me has hecho tanta falta.

Daniel: ¿entonces? ¿Qué sentido tiene continuar separados cuanto tú y yo nos amamos?

Regina: aunque la manera en que concebimos a Miranda no fue el mejor, me alegra que tu seas el hombre de aquella noche, ella no pudo tener mejor padre.

Daniel: y a mí me alegra que tengamos una hija tan maravillosa, perdóname mi amor por no habértelo dicho antes.

Regina: y tu perdóname por haber querido sacarte de mi vida, por molestarme tanto contigo, la verdad es que el impacto de saberlo fue muy fuerte para mí.

Daniel: puedo entenderlo, no tuve la suficiente valentía de decirte la verdad a tiempo.

Regina: solo esperabas el momento, eso me queda claro, además fui muy injusta contigo, ni siquiera te deje hablar, me deje llevar por el coraje y me cerré totalmente a una explicación, yo no te odio, te amo más que a nada en este mundo y solo deseo vivir el resto de mi vida a tu lado.

Daniel: ¿eso quiere decir que me perdonas?

Regina: si, vamos a olvidar todo esto, intentemos salvar nuestro matrimonio, pero prométeme una cosa.

Daniel: lo que quieras mi vida.

Regina: que nunca más volverá a haber secretos entre nosotros.

Daniel pasó saliva, sabía perfectamente que había algo muy importante que le ocultaba a Regina, los motivos que lo llevaron hasta la constructora de su padre.

Daniel: te lo prometo.

Lorenza intento localizar a Regina, pero no obtuvo una respuesta, mientras Ariel ya molesto se hizo cargo de la reunión que se suponía dirigiría con su hija.

Ariel: cuando llegue a casa Regina, me va a oír, no puede hacer lo que le da la gana.

Regina y Daniel se quedaron profundamente dormidos, después de un buen rato ella despertó, lo vio dormir y no pudo evitar verlo con amor, tocar sus labios y besarlo, se levantó de la cama con mucho cuidado para no despertarlo, se vistió, tomó sus cosas y salió de la habitación, luego paso a recepción a pagar la cuenta y abandonó el hotel, unos 5 minutos después Daniel despertó.

Daniel: ¿Regina? Mi amor, ¿dónde estás?

Al no escuchar una respuesta Daniel se puso de pie y la buscó por toda la habitación, como no la encontró supuso que ya se había ido, entonces se vistió, salió del lugar, y tomó un taxi para regresar a su trabajo.

Regina llegó a la constructora de su padre con una enorme sonrisa.

Recepcionista: arquitecta su padre la anda buscando desde hace rato.

Regina: gracias, voy a verlo.

Recepcionista: le advierto que está bien molesto.

Regina: no te preocupes, puedo manejarlo. - dijo guiñándole un ojo.

Daniel regresó a su trabajo, al entrar a su oficina se encontró con una Ximena muy seria y cruzada de brazos.

Daniel: hola

Ximena: no puedo creer que me hayas dejado plantada.

Daniel: discúlpame tuve un imprevisto.

Ximena: ¿así le dices a tu esposa?

Daniel se sorprendió con aquellas palabras.

Ximena: ya sé que la viste en el restaurante; no puedo creer que te persiga de esa manera., ¿Cómo se lo permites?

EL GIRO DE LA VENGANZADonde viven las historias. Descúbrelo ahora