Capitulo 70

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Regina: ¿Qué buscas aquí? ¿Cómo conseguiste mi dirección?

Alan: lo que tengo que decirte es mas importante que la manera en que pude ubicarte.

Regina: te equivocas, necesito saberlo.

Alan: una empleada de la constructora me la dio.

Regina: ¿quién?

Alan: no se su nombre, me permites pasar?

Daniel: tu no tienes nada que hablar con mi prometida.

Alan: tu no decides por ella.

Regina: Daniel tiene razón, no tenemos nada más que hablar.

Alan: lo que me trajo a buscarte es importante, te repito.

Regina: entonces habla.

Alan: lo haré en cuanto él nos deje a solas.

Regina: lo que quieras decirme hazlo delante de mí prometido o vete de una vez.

Alan: bien; te informo que Lucia y Arturo quedaron en libertad por falta de pruebas.

Regina: ¡no es posible!

Alan: lo es, su abogado consiguió una fianza, seguirán bajo investigación, pero libres, y si te soy sincero si esas pruebas no aparecen cuanto antes el caso quedara archivado y jamás harás justicia.

Regina: ¿y entonces que puedo hacer?

Alan: déjame ayudarte, yo puedo conseguir que los vuelvan a encerrar.

Daniel: ella no necesita de tus servicios, no eres el único abogado de esta ciudad.

Alan: ¿por qué opinas por ella? Eres su prometido no su conciencia.

Regina: muy pronto Daniel será mi esposo, y el único apoyo que quiero a mi lado es el suyo, así que si es necesario buscar un abogado más lo hare.

Alan: Puedes perder tu dinero.

Regina: no me importa, lo único que necesitaba de ti era que dijeras la verdad y ya lo hiciste.

Alan: ¿entonces no te vas a dejar ayudar?

Regina: no, gracias, y te pido que te retires por favor.

Miranda: ya terminé mi tarea.

Miranda apareció ante ellos.

Alan quedó boquiabierto.

Alan: ¿ es tu hija? eres tan hermosa como tu mamá.

Miranda: ¿y tú quién eres?

Alan: soy Alan, un viejo amigo de tu mamá.

Miranda: yo me llamo Miranda.

Daniel: ya basta, Regina te pidió que te fueras ¿no?

Miranda: ¿tu amigo se queda a merendar mamita?

Regina: no mi amor, el señor ya se va.

Alan: Regina, siempre voy a estar para ti, no lo olvides, ya sabes dónde encontrarme.

Daniel: ya lárgate de una buena vez.

Alan: ¡buenas tardes!

Alan se fue y Daniel dio un portazo.

Miranda: ¿estas enojado?

Daniel: no princesa, todo está bien.

Miranda: no te creo, mami y tu están muy serios.

Regina: todo está bien.

Miranda: pues hasta que no se den un beso no les voy a creer.

Regina y Daniel se vieron y se rieron.

EL GIRO DE LA VENGANZADonde viven las historias. Descúbrelo ahora