Capítulo 170. Visiones de Muerte

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Después de que el discurso de Raaz hiciera que Lith se diera cuenta de lo egocéntrico que había sido, la fatiga lo dominó, haciendo que Lith se durmiera nuevamente.

Cuando se despertó, sólo su madre estaba a su lado.

-Mamá, ¿qué me pasó? ¿Puedes darme un espejo? -Lith preguntó.

-Eso es algo que tú deberías decirnos, bebé. -Elina estaba feliz de verlo despierto de nuevo tan pronto. La fiebre finalmente se había ido.

» Tus profesores dicen que estabas bien cuando te dejaron en el lecho de muerte de Protector, pero cuando te encontraron, ya estabas en un estado terrible. Te has recuperado mucho en los últimos cinco días, pero yo no me miraría al espejo si fuera tú.

-Por favor, quiero ver el precio de mi necedad con mis propios ojos. -Lith le apretó la mano.

Cuando Elina conjuró un espejo de agua frente a él, Lith ni siquiera se inmutó.

A pesar de todas las pociones y los tratamientos que había recibido, seguía teniendo un peso muy bajo. No tenía más calvas, su cabello estaba volviendo a crecer bien, pero todavía estaba gris. Solo sus ojos permanecían inalterados, fríos e indiferentes.

Solus, ¿puedo usar Invigoration?

No lo sé. Ella respondio. Tu núcleo está perfectamente bien, pero tu cuerpo me preocupa. Después de quemar gran parte de tu fuerza vital, la mayoría de tus tejidos sanos aún se están recuperando. Te quedaste con impurezas en su mayoría. Me temo que al recuperarte muy rápido desencadenes una evolución.

La mente de Lith asintió. La curación de la noche a la mañana sería imposible de explicar, liberar tantas impurezas frente a testigos aún más.

Supongo que finalmente soy tan feo por fuera como por dentro. Se rió cruelmente de sí mismo.

-¿Te importaría decirme lo que pasó? -Elina cambió de tema. En el pasado, había experimentado el dolor de la pérdida y lo difícil que podía ser para alguien tan joven enfrentarlo.

*Entre la muerte de su mejor amigo y su condición actual, no hay forma de saber cómo debe sentirse. Es mejor para él compartir lo que sea que lo agobia. Debería ayudarlo a recuperarse.* Pensó.

Por una vez, Lith fue honesto con ella y le contó cómo había intentado salvar a Protector, dándole todo lo que tenía y más.

-No hay necesidad de regañarme. Ahora sé que lo que hice fue estúpido e inútil, como yo.

-No, estás equivocado de nuevo. -Elina yacía en la cama a su lado, abrazándolo con fuerza.

» ¿Estúpido? Sí. ¿Imprudente? Claro, pero no fue inútil. Lo hiciste por amor porque te preocupabas por él. Yo haría lo mismo por cualquiera de mis hijos si tuviera la oportunidad. Ningún padre debería sobrevivir a sus niños, es un dolor demasiado grande para soportarlo.

Lith asintió. Carl había sido más un hijo que un hermano para él, su muerte todavía lo perseguía. Conjuró otro espejo de agua para mirarse más de cerca. Tal vez era la secuela de su hechizo fallido, tal vez era por el duelo, pero por primera vez, Lith sintió que su edad le pesaba.

Se sintió viejo y cansado. Demasiado cansado para seguir peleando una batalla perdida. Pensó en dejar la Academia. Estar allí todos los días le recordaría a Protector, además no sabía cómo Linjos lo castigaría por su comportamiento.

También pensó en abandonar a su familia para siempre. Significaría no más cadenas, no más ataduras, no más debilidad. Ya era lo suficientemente alto como para pasar por un adulto y con su talento mágico, el dinero no sería un problema.

Mago Supremo: Volúmenes 4 y 5Donde viven las historias. Descúbrelo ahora