—¿Cómo puede ser tu culpa? —Phloria levantó la cabeza y miró a Lith a los ojos.
» Nos advertiste varias veces. Querías que nos mantuviéramos alejados de la Academia.
—¿Cómo puede ser tu culpa? —Lith tomó su rostro entre sus manos, acariciando sus mejillas con los pulgares.
» Hiciste todo lo que pudiste en una situación imposible. En tu lugar, yo hubiera hecho lo mismo. Siempre damos prioridad a los que más amamos. Mi visión es un ejemplo perfecto de ello.
—No sé ustedes dos, pero yo estoy muerta de cansancio. Derrotar Profesores locos es mucho más difícil de lo que imaginaba. —Jirni se sentó, apoyó la espalda contra la pared y arrastró a Orion a su lado.
Estaba feliz de que los niños estuvieran teniendo un momento, pero no podía permitir que siguieran atormentándose. Claramente estaban agotados, tanto mental como físicamente.
'Phloria ya tiene demasiado en su plato. La muerte de Yurial, matar humanos por primera vez, presenciar todos los horrores que los humanos infligen a los de su propia especie. Si no descansa un poco, cuando el ataque de nervios la golpee, podría ser fatal.' Jirni conocía bien a su hija.
No se trataba de "si", la única variable era "cuándo".
Phloria hizo lo mismo. Ya no había nada que quisiera decir o escuchar. Estaba tan cansada que las palabras, como la violencia, sólo podían causarle más dolor. Phloria y Lith se durmieron casi de inmediato, apoyándose el uno en el otro mientras apretaban sus manos como si fueran un salvavidas.
Jirni los miró con una expresión tierna, antes de volverse hacia Orion con su sonrisa marca registrada "Te lo dije".
—Él ronca. —Fue todo en lo que pudo pensar para una respuesta sarcástica.
—Y ella también. No obstante, hacen una buena melodía. —Jirni reprendió.
—Mira, estoy demasiado cansado para jugar a este juego. —Orion suspiró—. ¿Por qué no seguimos su ejemplo y cerramos un poco los ojos?
—Porque somos los adultos y porque no sabemos si Nalear tenía socios o un plan de respaldo. No bajaré la guardia hasta que estemos de regreso a casa.
Tyris apareció junto a Amyla Farg, devolviéndola a su mejor condición con un simple toque.Se despertó abruptamente, una espada larga Gatekeeper apareció en su mano mientras buscaba al enemigo.
—Espero que hayas aprendido la lección. —Tyris dijo con una suave sonrisa.
» Espero que todos lo hagan. —Suspiró, mirando a Billow y Thorman todavía tendidos en el suelo, vivos pero inconscientes.
—¿Qué pasó? ¿Cómo pudo recuperarse así? —Farg se sorprendió. Ella todavía era una novata en el Escuadron. Nunca esperó que los Despertados naturales fueran tan diferentes de los artificiales.
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Mago Supremo: Volúmenes 4 y 5
FantasyDerek McCoy era un hombre que desde una corta edad tuvo que enfrentar muchas adversidades. Constantemente forzado a conformarse con sobrevivir en lugar de vivir, finalmente había encontrado su lugar en el mundo, hasta que todo le fue arrebatado una...