La vida de Friya Solivar Ernas siempre había sido una montaña rusa emocional. Una trampa de velocidad que la mantenía a decenas de metros sobre el suelo y que nunca se detendría, por mucho que gritara, llorara o vomitara.
A veces se ralentizaba, pero sólo porque se acercaba otra gran caída. Había desperdiciado su infancia intentando la imposible tarea de ganarse el afecto de su madre.
Después de cumplir doce años, la habían arrojado a un entorno de perro-come-perro. Todos en la Academia querían que fracasara, con la esperanza de conseguir su lugar en la clasificación. Todos en la Casa Solivar la querían muerta.
Sus hermanos y hermanas temían el estatus que alcanzaría al convertirse en la primera Mago en la historia de la Casa. Si Friya tenía éxito, ser el primogénito o estar en la línea de sucesión dejaría de tener sentido.
Se convertiría en la mano derecha de la Duquesa Solivar y lo heredaría todo cuando mami querida se marchara.
Friya había pasado tanto tiempo cuidando su espalda que su encuentro con Yurial había sido como ver el sol después de un invierno perenne. Gracias a su estatus y poder, el ambiente se volvió pacífico, dándole la oportunidad de relajarse.
Conocer a Quylla le salvó el alma. A pesar de tener una vida mucho más dura que Friya, Quylla todavía tenía un corazón amable y sólo deseaba afecto. Ella restauró la fe de Friya en la humanidad.
Después de darle el equivalente a un caramelo de azúcar, el cuarto año resultó ser la cúspide de su miseria. Primero, había perdido a su familia. Al ser tildada de traidora, se vio obligada a aceptar la oferta de Lady Ernas de adoptarla.
Luego, había matado a su primer humano a sangre fría y finalmente llegó Balkor. Por desgracia, lo peor aún estaba por llegar.
Todos esos eventos la habían llevado al límite, pero también ayudaron a Friya a abrirse con sus nuevos padres y hermana. Se habían acercado con el tiempo hasta que dejó de sentirse prisionera y se convirtió en parte de algo más grande.
Hasta que se sintió parte de la familia Ernas.
Ser amada incondicionalmente, tener la libertad de decidir sobre su futuro era algo con lo que en el pasado sólo podía soñar. Ahora que lo tenía todo, Friya estaba muerta de miedo.
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Mago Supremo: Volúmenes 4 y 5
FantasíaDerek McCoy era un hombre que desde una corta edad tuvo que enfrentar muchas adversidades. Constantemente forzado a conformarse con sobrevivir en lugar de vivir, finalmente había encontrado su lugar en el mundo, hasta que todo le fue arrebatado una...