Prólogo

3.1K 89 4
                                    

Querido Diario...

Han pasado días desde la última vez que vi a Fred. Tenía el cabello un poco más corto, se veía feliz como siempre, su sonrisa siempre lo hace ver lindo. Hay días como hoy que lo extraño más de lo normal, pero al parecer es claro que ya no quiere regresar, entiendo su postura, pero es difícil y me lastima aceptarlo e imaginar una vida sin él. 

En estos momentos se siente como si tuviera los días de mi vida contados con los mortifagos detrás mío. En estos momentos desearía estar al menos cinco minutos más con Fred y explicarle lo mucho que lo necesito.

°°°

Era mi primer día de escuela, acababa de mandarle una carta a Harry donde le contaba que era mi primer día de escuela pero no podía darle muchos detalles y que esperaba verlo en cuanto el tío lunático me dejara viajar.

Estaba nerviosa por mi primer día de escuela, no conocía a nadie y no tenía ni idea de lo que podía pasar. Remus me había contado algo acerca de Hogwarts, decía que era un lugar maravilloso, que si todos los muggles supieran que existen los colegios de magia y hechicería, todos quisieran ir ahí, pero que solo gente afortunada tenía la oportunidad de asistir a Hogwarts, y por supuesto, yo era alguien afortunada. Remus también me contaba historias, mis preferidas eran cuando contaba sus aventuras con tío Sirius y mi padre James, ya que siempre las contaba con mucha emoción y algo de melancolía, y me emociona vivir las mías.

- Creo que es momento de darte el regalo que tú madre guardaba para ti, ella esperaba dártelo en tu primer día de clases pero... - dijo algo nervioso e hizo una pausa como si olvidara lo siguiente que iba a decir - como sea. Ahora es mi deber dártelo.

Me dio una caja color rojo que tenía algo dentro. Sospechaba que era un libro.

- Gracias Remus - le di un fuerte abrazo - Voy a extrañarte, te veo en vacaciones.

Al entrar al tren podía ver a todos los estudiantes, unos más grandes que otros pero todos llevaban una cara que mostraba emoción.

Caminé por el tren buscando algún lugar que estuviera vacío, pero el tren estaba casi lleno. De pronto encontré un compartimiento disponible en el que se encontraba un chico al parecer más grande que yo.

- ¿Te importa si voy contigo? El tren está muy lleno - pregunté.

- Claro, siéntate. Estoy esperando a unos amigos pero no creo que les importe si vienes con nosotros. ¿Eres nueva verdad? - preguntó entusiasmado, se veía que era un chico muy amable.

- Sí, soy Violet, Violet Potter.

- ¿Eres una Potter? - preguntó sorprendido. - Entonces ¿sabes algo acerca de Harry Potter?

- Es mi hermano - le respondí con un tono obvio.

- Obviamente, es tu hermano - respondió con una risa nerviosa - lo siento, soy Cedric Diggory.

Después de eso entraron sus amigos, se presentaron cada uno de ellos y todos parecían muy amables, me contaron acerca de su casa y discutían como esa era la mejor de todas. Desde que supe que iba a ir a Hogwarts he pensado en cuál sería mi casa, Remus a veces dice que podría ser una Ravenclaw, pero también piensa que soy Gryffindor, ya que dice que soy muy valiente, como mis padres. Siendo sincera, no tengo la menor idea de a dónde pueda pertenecer, me asustaba el hecho de no ser Ravenclaw o Gryffindor y terminar siendo una Slytherin. No tengo nada con los que son Slytherin, pero he escuchado que la mayoría de los magos que se han vuelto malos han estado en esa casa, igual no quería guiarme por lo que dicen los demás.

Después de eso se escuchó un grito terrible, seguido de dos risas que parecían idénticas, se podía ver cómo le había explotado una bomba de chicle gigante a un niño, se veía demasiado rosa y pegajoso, asqueroso a mi parecer.

Quédate... Te Quiero || Fred WeasleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora