Cap. 34
Mis últimos días en Hogwarts estaban siendo tristes, en el sentido de que estuve recopilando en mi cabeza todo lo que había pasado durante estos 7 años, con mis amigos, Hermione, los gemelos, Cedric, Harry, los profesores, quidditch.
Definitivamente iba a extrañar jugar quidditch en los campos de Hogwarts, y competir contra Slytherin, Ravenclaw o Hufflepuff. Pero no quería seguir pensando en eso porque sentía nostalgia y después me ponía más triste.
Por otra parte, estaba feliz de salir porque iba a independizarme, encontré una casa para vivir yo sola, era momento de salir de casa de Remus, y a pesar de que amo a Remus, disfruto estar en su casa, el olor a chocolate o a flores frescas, debía hacerme cargo de mi misma. Planeaba irme poco después de salir, no le había comentado a nadie de eso, ni a Fred, ni a Remus ni a Harry.
También estaba feliz porque estaba la posibilidad de que escribiera artículos de entretenimiento en el Profeta, no estaba segura de si necesitaban algún escritor, pero de igual manera iba a ver si me aceptaban, si no sucedía, aún podía ir a Gringotts, o hablar con Fred.
°°°
Una noche, en la sala común, me di cuenta que Harry no estaba, eran las once de la noche. Hermione y Ginny estaban en las habitaciones, al igual que Ron. Era una noche fría, y lo único que me mantenía en calor era la chimenea y la cobija del sillón. Mi estómago estaba reclamando por comida, había decidido no cenar porque no tenía hambre, y si iba a ir a las cocinas debía hacerlo con cuidado.
Salí de la sala común y sentí una oleada de frío que hacía erizar mi piel, caminé por los pasillos y no habían profesores, tampoco prefectos, solo pocos alumnos estaban fuera de su sala.
Fui por comida rápidamente, los elfos fueron amables en servirme un poco de comida y jugo de calabaza. Comí rápido y les devolví el plato.
Al salir de las cocinas, caminé por los pasillos. El ambiente se sentía tenso y un poco pesado, la profesora McGonagall caminaba un poco intranquila y le pedía a los alumnos que se fueran a sus salas comunes, creo que revisaba el castillo. Me acerqué a ella a preguntarle, pero no me dio una respuesta precisa.
– ¿Está todo bien, profesora? – ella giró, me tocó el hombro y me miró con semblante preocupado, y como si estuviera alerta de todo.
– Si, si, ve a la sala común, por favor.
Preferí no hacerle más preguntas, a veces mi insistencia desesperaba a la gente, y estoy segura que eso era lo último que la profesora quería. Caminé de nuevo a la sala común, confusa. Ron estaba afuera en los sillones junto a Hermione hablando, entonces me uní a ellos.
– ¿Alguien sabe que sucede? – les pregunté tomando un poco de cobija que cubría a Hermione –¿Han visto a Harry?
– No – respondió Ron entre bostezos.
– La profesora McGonagall estaba afuera, les pedía a los alumnos que se fueran a las salas, y se encontraba un poco... extraña.
– Siento que algo no terminará bien – dijo Hermione pasando sus manos por su cara.
De repente, dos alumnos más entraron a la sala y tenían un semblante asustado.
– ¿Están bien?
– Oímos ruidos, pasábamos en uno de los pisos y se oyeron pasos, nadie estaba hasta allá.
–Debió ser uno de los fantasmas o unos de los prefectos.
–No lo sé, la manera en la que actúa la profesora hace todo más tenso.
ESTÁS LEYENDO
Quédate... Te Quiero || Fred Weasley
FanfictionViolet Potter se ha enamorado perdidamente de Fred Weasley a inicios de su quinto año en Hogwarts, y por medio de un diario escribe sobre sus sentimientos hacia él a lo largo de cuatro años, pero al descubrir algo, las cosas se hacen un poco difícil...