Quédate... Te Quiero || Fred Weasley

[ 45. "Te amo" ]

Cap. 45 

Violet

Todo era una pesadilla de la que quería despertar cuanto antes.

Quería que el mundo se pausara para pensar más claro.

El tiempo jamás había ido tan lento.

Todos teníamos nuestros minutos de vida contados.

Las varitas de los magos sacaban destellos, en su mayoría, eran color verde las que salían de las varitas de los mortífagos, o unos preferían ser valientes y enfrentarse a un desafío de hechizos.

Estaba apresurada por buscar a Harry, a Remus, a Fred, a mis amigos y familia. Si este iba a ser mi último día en el mundo mágico, no quería morir sin antes recordarles lo mucho que los amaba, y lo importantes que habían sido.

Todo me aterrorizaba, el ruido de los hechizos, las luces verdes que salían de las varitas de mortífagos, los gritos de las personas, el terror de perder amigos y la ansiedad recorrían mi cuerpo.

Tenía miedo de que Harry ya no estuviera vivo. No tenía idea de lo que Voldemort y sus seguidores tenían en manos, pero quizás no solo podía morir Harry, tal vez los dos podíamos hacerlo.

Fui entre magos, buenos y malos, esquivando hechizos.

—¡Remus!—grité—¿Tienes idea de dónde está Harry?

—No, he estado protegiendo los lugares del castillo lo más que puedo.

—Tengo miedo—dije temblorosa.

—Yo también, pero te prometo que ganaremos esta guerra.

—Si algo pasa, solo lee todos los libros que están por mi habitación de mi casa y recuerda mi nombre. Te amo, Moony.

— No, no. No te estás despidiendo.

—Si, lo estoy haciendo. Porque estoy asustada.

—Tu no vas a irte esta noche, no vas a reencontrarte con James, Lily y Sirius. No lo harás, no hasta que yo lo haya hecho primero.—dijo Remus desesperado. Jamás lo había escuchado así hasta ese momento—¡Violet, abajo!—gritó y me eché hacia abajo esquivando los hechizos que Dolohov tiraba.

Remus siempre fue muy bueno en artes oscuras y sabía perfectamente cómo controlar los hechizos. Pero esta vez algo estaba fallando, Dolohov lo estaba manipulando con el maleficio imperio, lo noté al ver sus labios moverse.

—Crucio—dije en voz baja apuntando mi varita a Dolohov. Estaba dejándome llevar por lo que deseaba hacer, mientras hacía eso me concentraba en proteger a Remus, siempre había sido difícil usar mi poder y utilizar hechizos al mismo tiempo, y más en el estado en el que me encontraba ahí.

Dolohov se debilitaba solo un poco, de alguna forma el hechizo no lo dañaba tanto.

Entonces me di cuenta que mi poder me estaba traicionando, quizás era la forma en la que me encontraba, estresada y mayormente asustada. Dolohov usaba otro hechizo contra Remus, él podía aventar un Avada Kedavra y listo, pero decidía enfrentarse a un duelo.

Me concentré en dejar de protegerlo a él, el poder se sentía pesado, algo en mi pecho quería explotar. Recordé la primera lección con Cedric, me dijo que me concentrara en todas las sensaciones que tenía. Fijé mi concentración en mi pecho hasta que Dolohov parecía estar confundido, parecía ahogarse, pues mi protección lo asfixiaba, y entonces se congeló por un segundo, para después romperse como un vaso de vidrio.

Remus me miró y me dio una sonrisa.

—Tus padres y Sirius están celebrando esto. Protege a cuantos puedas.