[ 21. Remus ]

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Cap. 21

El verano de 1996 llegó y como todos los días después de salir de Hogwarts, desperté y me incliné hacia la ventana solo para ver a Remus sentado en la banca en la que alguna vez me contó, él y sirius pasaron toda la noche hablando después de que él saliera de Azkaban. Para él y para mí, todos las mañanas eran iguales: yo lo veía desde la ventana y él se quedaba viendo hacia la nada. Alguna vez lo escuché llorando, pero no dije nada, porque sabía que no le gustaba que lo escuchara.

Me levanté de la cama y con un hechizo de limpieza acomodé toda mi habitación, que no era recogida desde hace unos días. Apenas eran las 7:30am, así que el sol ya estaba saliendo y me fui a dar una ducha. Y recordé las veces que Remus trataba de que me bañara cuando tenía cuatro años.

"Después de bañarte te daré chocolates y leeremos otro capítulo del libro que te gusta" decía y yo sonreí fácilmente al recordar eso.

Después de eso yo accedía fácilmente y él siempre me esperaba fuera del baño y cada tres minutos preguntaba si ya estaba lista. Vivir con Remus no fue fácil al principio, se que fue difícil para él porque no era su responsabilidad, pero siempre intentó hacer las cosas bien, y de alguna forma nos entendíamos, a pesar de que fuera un hombre lobo.

Al terminar, bajé a la cocina, donde Harry y Tonks ya estaban preparando el desayuno, ya que el olor a panqueques con miel y tocino recorrían la pequeña casa. Harry iba a pasar la mitad del verano con nosotros, así que era más fácil para todos sobrellevar todo lo que estaba sucediendo.

Tonks ya se había mudado antes de salir de vacaciones y me alegraba de la compañía que le hacía a Remus y de lo feliz que lo hacía, nunca lo había visto así, a excepción de cuando Sirius salió de Azkaban. Sinceramente ella llegó a cambiar el humor por completo y no solo hacía feliz a Remus, si no a todos con sus chistes, imitaciones y las tardes escuchando y bailando con sus bandas favoritas.

-Buenos días - dijo ella con un sartén en la mano - el desayuno está listo.

-Buenos días - conteste

-¿Todo bien? - preguntó con la voz más reconfortante y asentí con la cabeza - Bien. Harry, ¿me pasas la sal?

Harry se estiró, pero yo fuí más rápida que él y con un hechizo llevé la sal hasta la mano de Tonks.

-No presumas - dijo él.

-También puedo lanzarte el sartén - dije riendo y Tonks soltó una carcajada y los dos la miramos.

-Lo siento, solo me imagine a Harry siendo atacado por ti con un sartén y fue bastante gracioso.

Las lechuzas ya habían dejado cartas, Harry se levantó de su lugar y fue por ellas hacia la ventana, donde las lechuzas la habían dejado.

-Esta es para ti - dijo deslizando una de las cartas a Tonks - y esta para ti - dijo hacia mi - Creo que es Fred.

En el reverso de la carta aparecía el nombre de Fred Weasley con una letra bastante gruesa y un poco chueca, muy distinguida de él pero siempre entendible. La abrí y leí el corto párrafo que plasmaba en ella. Él estaba al pendiente de su nuevo negocio y de mi al mismo tiempo, mandaba cartas todos los días contando cómo iba su día y nos veíamos todos los viernes, pero sin salir de la casa, pues aún no tenía ganas de salir.

"Mi queridisima Vio:

El día de ayer en los sortilegios ha ido bastante bien, aun siguen entrando y saliendo gente del lugar y cada día vemos gente nueva. Es increíble y todo parece ser como alguna vez lo soñamos y como te lo mencione miles de veces. Remus no quería que yo te dijera que él me lo dijo, pero quiere que salgas de la casa al menos un día de lo que llevamos del verano y de verdad me encantaría que conocieras la tienda, así que nos es una petición. Te veo mañana en tu casa para irnos al callejón diagon.

Quédate... Te Quiero || Fred WeasleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora