Quédate... Te Quiero || Fred Weasley

[ 35. Henry ]

Cap. 35 

"Buen día, me da honor escribir esta carta, es un placer para mi preguntarle si es que tiene algún puesto de trabajo en el Profeta, más específicamente como escritora. Salí del Colegio de Magia y Hechicería Hogwarts hace casi dos meses, y me gustaría tener un lugar en el periódico del mundo mágico.

Espero pueda responder a esta carta pronto.

No tengo nada más que decir más que gracias.

– Violet Potter"

"Buenos días, primero que nada una disculpa por responder con retraso. Ha sucedido algo inesperado, pero no importa.

Nos agrada escuchar que tiene ganas de pertenecer al profeta como escritora del periódico. Nos pone demasiado felices que un perteneciente a la familia Potter quiera estar con nosotros , por lo cual nos complace decirle que la esperamos el día lunes a las 15:00.

–El Profeta"

–¡Fred!¡Fred! –grité feliz, y el eco en la casa vacía retumbaba en las paredes. Salí de la casa hasta el jardín y vi a Fred mirándome confundió mientras desgonomizaba el jardín. Corrí a él y lo abracé, y él me correspondió pero todavía estaba confundido.

– ¿Qué sucede?– me pregunto con un nomo sosteniendo.

– ¡Iré con el Profeta el lunes! ¡Creo que me aceptaron!

Fred sostuvo un sonrisa y lanzó el nomo emocionado, y luego volvió a abrazarme.

Había escrito una carta al profeta el viernes pasado y no había recibido alguna respuesta hasta esta mañana. Estaba inquieta los últimos días porque no me decían nada, y ya sentía que debía ir a Gringotts por si acaso.

–¡Te dije que lo lograrías, eres genial! – le sonreí –Te vez feliz

– ¡Lo estoy, Fred! Debo decírselo a Remus y a Harry.

– Podemos ir a visitarlos por la tarde cuando terminemos de arreglar el jardín y de acomodar las cajas que están adentro.

–¿Quieres que te ayude a desgonomizar?

– No es necesario solo quedan pocos.

Mire el jardín, habían cuatro nomos traviesos y uno escapaba, pero Fred alcanzó a tomarlo.

– Es divertido hacerlo ¿recuerdas cuando fuimos por Harry y tu mamá nos castigo desgonomizando?

– Cielos, lo recuerdo bastante bien. Fue hace unos años.

Tome un nomo y Fred todavía sostenía uno en las manos.

– Tengo una protesta para ti, Vio

– No, ya se que vas a decir. Quieres apostar cinco galeones a quien logre dejar más lejos el nomo, y no, no voy hacer eso porque no me gusta apostar conti...

–Diez galeones – interrumpió

– Seis

– Ocho

- Siete

– De acuerdo

Fred observó su nomo y luego lo lanzó hasta que el nomo llegó a un árbol que estaba lejos.

Lancé el mio como pude, y por suerte, llego tres árboles después del de Fred. Me giré a mirarlo y sonreírme, le extendí la mano y el dejo siete bonitos galeones ahí.

– Vamos a Honeydukes y comprare dulces.

Fred tenía el día libre en la tienda, y decidió pasarlo conmigo a ayudarme a arreglar la casa, a la que había llegado apenas, tenía cajas por todos lados, en una tenia mis libros, en otra mi ropa, en otra cosas raras que tenía guardadas en mi habitación con Remus.