Quédate... Te Quiero || Fred Weasley

[ 2. Jugo de Calabaza ]

Cap. 2

Semanas después de anunciar a los participantes del cáliz de fuego hablé con Harry, me preocupa el hecho de que tuviera que competir. Era un torneo muy difícil y peligroso, tenía miedo que algo malo le pudiera pasar, además de que no iban bien las cosas con Ron y todo Hogwarts lo odiaba.

- ¿Estás seguro de que lo quieres hacer? No debes hacerlo si no quieres - le dije a Harry mostrando mi cara de preocupación.

- Si, Violet, lo quiero hacer - lo miré a los ojos y suspiré, después le di una leve sonrisa - aparte, si tuvieras la oportunidad de hacerlo, tú también te habrías inscrito — tenía razón pero yo sabía que en el fondo le asustaba muchísimo, pero era Harry, y sabía que era muy valiente y confiaba en él, aunque yo lo seguía viendo cómo alguien pequeño y no quería que nada malo le pasara.

Me prometió que estaría bien y que me contaría lo que le enseñaría Hagrid. Nuestros caminos se separaron y me dirigí a la biblioteca a estudiar algunas cosas. Tenía mucho que repasar, pues no iba bien en pociones. Las horas pasaron que ni siquiera me di cuenta de cuánto tiempo pasó, hasta que vi en las ventanas caer la noche, sentí la presencia de alguien en frente de mí y levanté mi cabeza poco a poco.

- Potter - mencionó Cedric - es muy tarde, ¿Qué haces aquí?

- Estudiando pociones, ¿Tú? - le respondí cansada.

- Me gusta venir a leer aquí a esta hora, es más tranquilo porque no hay mucha gente.

- Ya veo - respondí - ¿Estás nervioso? Por lo de las pruebas.

- Lo normal, supongo, me intriga demasiado la primera prueba - me dijo y le respondí con una sonrisa de aliento - pero no quisiera pensar en eso ahora, está haciendo frío ya, ¿Quieres ir por un jugo de calabaza al gran comedor?

Le respondí con un "claro" entusiasmada, Cedric siempre ha sido muy lindo conmigo y aunque casi nunca pasábamos tiempo a solas, me hacía pasar un buen rato cuando lo hacíamos. Es decir, él era alguien ocupado, además que era de los más populares y atractivos de la escuela, siempre tenía citas y estaba saliendo con chicas lindas. Tenía una buena reputación, no era considerado alguien mujeriego a comparación de chicos como los de Slytherin.

Pasamos horas hablando y riendo, hasta que empezaron a mandarnos a nuestros dormitorios, se despidió de mí con un - deberíamos de vernos más seguido, eres increíble - mientras me acomodaba un mechón en mi pelo. - es decir, puedo ayudarte a pasar pociones, y como recompensa, yo paso más tiempo contigo.

En ese momento yo asentí y sus ojos pasaron de mi mirada hacia mis labios, sabía sus intenciones, y algo dentro de mí dio un revuelco, de un momento a otro se acercó más a mí, pero un movimiento atrás de nosotros nos interrumpió, seguido de un grito, haciendo que brincara de un susto.

- ¡Violet! Es hora de dormir, ¿Qué hacen aquí? - dijeron los gemelos al mismo tiempo con una mirada juguetona.

- A eso iba - rodé mis ojos - nos vemos luego, Cedric - respondí sonriente y Fred me empujó hasta la entrada de mi sala común.

- ¡Hasta mañana Violet! - gritó Cedric.

Entré a la sala común molesta por lo que acababa de pasar y no estaba dispuesta a hablar con Fred en esos momentos. Sin embargo él lo tomaría como una broma, de nuevo.

- ¿Con Diggory? - preguntó disgustado mientras saltaba el sillón para recostarse en él.

- ¿Qué hay de malo? - respondí mientras subía a mi habitación.