Narra Jessica
El amor es un sentimiento tan bonito mientras dura, tan jodido cuando se va esa persona. Sentir por una persona puede hacer que vivas o mueras. Pero al final solo te tienes a ti.Me atrapaba las ganas de besarle, pero no podía, me debía mantener fría, él solo quería una compañera y yo quizás salir de la pena por eso me sujete a él como a un clavo ardiendo y sentía esa tentación.
Me estaba olvidado de Oliver al hacer que Jacob estuviera al cien por cien en mis pensamientos. Me estaba olvidado de él porque empecé este camino, el porqué de estar aquí llorando abrazado a otro hombre que no era el amor de mi vida.
Desperté abrazando a un vacío, me quede dormida con sus caricias. Pero él no dormirá conmigo.—Buenos días —dice trayendome el desayuno a la cama.
Como podía este hombre quedarse tanto tiempo a mi lado, ni si quiera me di cuenta que me quede dormida después de hablar ni que seguía en mi domicilio.
—Igualmente —digo con cara de sueño.
Hago lo que dice, desayuno, me ducho y me visto. Mientras el va al salón. Esta mañana la vida me sonríe. Le veo tan elegante hablando por teléfono dándome la espalda. Espero a que acabe y luego da la vuelta y quedamos mirándonos cara a cara.
—Vámonos pequeña —dice con cara de boquiabierto.
Llegamos a una oficina dentro caminamos hacía un salón de actos bien grande y con un montón de público, hay periodistas me hayo encima del escenario al lado de Jacob que lee un papel posado en la vitrina.
—Y queridos amigos, familia, prensa. Me gustaría presentaron a Jessica Müller, mi futura mujer —dice mirándome.
—¿Y está decisión a que se debe?, ¿No se te ha visto con ninguna mujer, ahora de repente te casas? —preguntan periodistas.
—No tengo más que añadir solo que es la mujer de mi vida —dice serio y cortante.
Los periodistas cuchichean y escriben a lo que él me agarra de la mano, tira sutilmente de mí, me lleva hacia una salita fuera del escenario.
—¿Qué ha sido todo eso?—hice un reproche.
—Pequeña...—intenta acercarme a él.
—Dime, ¿Por qué has dicho eso?— grité como una gata en celo.
—Quizás, puede que solo haya utilizado tu imagen un poquito para que la prensa me deje de tachar como el soltero más codiciado y perseguido por las mujeres—suena más a disculpa.
—No tienes derecho a utilizar así a una chica—dije con un cabreo que se me llevan los demonios.
—Lo siento, pequeña no era mi intención por favor—dice agarrando mi delgada muñeca.
—Me quiero ir—recrimine.
—Te acompaño—dijo invitándome a salir del local.
—Puedo llamar a un taxi, no necesito un hombre millonario me escolte—la rabia rugia en mi interior y ya no podía parar.
—Venga por favor, acepta que te lleve yo—dije casi en un puchero.
Sí se cree que con dos palabras me va a convencer esta muy equivocado.
—He dicho que no—le cierro la puerta en las narices y corro en busca del vehículo.
—Jessica para por favor, hablemos —le oí gritar.
Pero por que debía parar ha escuchar a un completo desconocido.
Los segundos pasan eternos, y ningún taxi se pará, haciendo que Jacob llegue hacía mí.
Me sujeta con fuerza, no la suficiente que él puede llegar a tener para no hacerme daño.
Intento zafarme del agarre pero consigo regalarme y caer contra su pecho.
Me esta mirando, con deseo me tiene de pie contra él. La tensión se acumula en nuestras miradas que no pestañean.
¿Qué quiere realmente de mí?
Me pregunto para mi misma, seguimos sin movernos hasta que sus dulces labios pronuncian palabras que me dejan helada.
—Me pone y me encanta decir que eres mi mujer, te follaria aquí mismo pero esperare a llegar a el apartamento—dice con una voz perversa.
Me besa con lujuria, yo me dejo llevar, esta tentación, ese cuerpo, esta pudiendo conmigo. Me pregunto si estoy sintiendo más de lo que creo o no siento nada y solo le estoy usando para mi fin.
ESTÁS LEYENDO
Pasión llena de venganza
Teen FictionDicen que del amor al odio hay un paso, pero también del odio al amor. Jessica se ve envuelta y esos dos sentimientos, más una tristeza que la inunda el alma. Creía que confiaba en ella y todo se desmorono, se destrozo. ¿Conseguirá saber quién ase...