Dicen que del amor al odio hay un paso, pero también del odio al amor.
Jessica se ve envuelta y esos dos sentimientos, más una tristeza que la inunda el alma.
Creía que confiaba en ella y todo se desmorono, se destrozo.
¿Conseguirá saber quién ase...
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Narra Jessica
El pasado nos enseña a no volver a caer en los mismos errores que nos golpearon. Pero hay imbéciles que se prometen no caer y vuelven al mismo lugar que nos daño.
Yo soy esa imbécil que vuelve a caer en el amor. Yo solo buscaba pasión pero aquí me veo enamorándome de esos ojos verdes amarillentos. De sus manos rozando cada parte de mi cuerpo.
1 año antes:
—Oliver amor —grite desde el salón.
¿Seguía dormido?, era increíble me había casado con una marmota.
Me muevo hasta nuestro cuarto y salto encima de él, son las 12:00 de la mañana de un domingo.
—Oliver, despierta amor —susurro en su oido.
Este me coge y me hace cosquillas a traición por haberle despertado. Me encantaban esos momentos, era tan feliz.
—Pará y vamos a desayunar.
—Lo que quiera mi niña —da un salto cogiendome a cuesta a la cocina.
—Eres una marmota —dije sirviendo dos cafés.
—Y tú un pivon —se acerca a mí.
—Me vas a tirar los cafés —grite enfadada.
Llevaba días durmiendo y solo queriendo hacer el amor conmigo.
—Esta tarde saldré.
—¿A dónde? —dije sorprendida.
—Mi jefe, estamos en un proyecto que tiene mucho trabajo.
—Yo quería pasar el día contigo.
—Lo siento mi amor —le da un beso en la frente.
Después de desayunar en completo silencio incómodos y una tristeza de decepción porque no iba a pasar el único día libre de la semana con el amor de mi vida.
Hicimos el amor, acabe rendida y dormida, él aprovecho y se fue al trabajo.
Me despierté, eran las 22:00 de la noche, miro el móvil, veo un mensaje de mi jefa, mañana no tengo que ir a trabajar, raro pero así tengo tiempo para descansar, más de lo que ya lo estaba haciendo últimamente.
Miro por la casa, Oliver no esta. Le llamo al móvil y no contesta.
¿Dónde se habrá metido?.
Recibo un mensaje de mi amiga. Estaban en el bar de siempre. Así que me preparo y me voy con ella a tomar unas copas y cervezas. El matrimonio y el trabajo me estaba quitando toda salida a divertirme. Y yo soy muy fiestera.
La noche pasa entre alcohol, risas entre amigos. Llego a casa a las 4:30 de la madrugada.
—Oliver —grito al ver que no esta en el cuarto.
Llevo sin saber nada de él desde que me quede dormida. Escucho la puerta y corro a la entrada.
—¿Dónde estabas? —le empujo enfadada—. Me había preocupado por ti, te llame y no respondiste.
—Jess, relájate amor, se me hizo muy tarde estamos en un proyecto millonario y me puede subir a un puesto al lado del jefe y ganas mucho dinero —dice intentando calmar la situación.
—Hueles a cerveza —digo sin escuchar su justificación.
—Me tome algunas con los compañeros, Jess amor tranquilízate.
—No me da la puta gana, tú me estas poniendo los cuernos, Oliver nos hemos casado no somos esos jóvenes que nos íbamos de fiesta.
—¿Estas borracha Jess? —dice preocupado.
—No me cambies de tema Oliver —grito llorando.
—Jess te amo, no voy a poner los cuernos a lo que más quiero en esta vida —dice abrazándome.
En ese abrazo me arrastra a la cama y quedo dormida, estaba destrozada y cansada, dormir era lo único que haría tranquilizarme. Era la primera vez que peleábamos.
En la actualidad :
Me besa profundamente y me olvido que una vez estuve enamorada y acabe tan rota y tan jodida. Le beso y siento que el pasado es pisado.
Pero me vengare por todo el daño que me han causado.
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