Narra Jessica.
El dolor se clava en los huesos cada vez que miras el pasado oscuro, el pasado que te persigue y solo quiere ahogarte, dándote falsas expectativas de que todo ira mal. Sólo te queda seguir andando hacía un futuro incierto, con miedo a volver a llevarte otro golpe. Pero caminas porque no te queda otra opción.
La vida me a encerrado con un hombre completamente desconocido, que ha hecho sentirme viva, después de casi un año arrastrada por el mar de la soledad y desesperación, esperando a la verdad.
Nos quedamos mirando, me siento como una cierva herida, a un cazador le hubiera dado pena, quizas quisiera salvar y curar a ese pobre animal que se le está llendo la vida.—Te volvería a follar ahora mismo si no tuviera asuntos pendientes—susurra acaloradamemte haciendo que sobresalte.
—Qué buenas maneras de despertar a una dama—río con gracia.
—Esta bien, tienes razón no fue acertado, si quieres bajamos a desayunar y me explicas de una vez por todas porque intentaste suicidarte ayer. Quizás te pueda ayudar—dijo con una sonrisa amable.
Dejo que me duchara y me vistiera con uno de los trajes que había en ese gran vestuario. Me preguntaba si frecuentaba esta habitación muchas chicas.
Eso a nosotras no nos importa.
Me siento en la silla, miro asombrada toda la comida que hay en la mesa. Decido echarme un poco de zumo de naranja recién exprimido, cojo un croisant sin chocolate y para terminar una tostada de aceite.
Me mira expectante, haciendo amago de que hable o calle para siempre.
—Mataron a mi esposo—casi se atragante—. Le dispararon en muchas partes del cuerpo, le clavaron navajas le cortaron el cuello, mientras se desangraba y se le iba lentamente la vida le veían sufrir hasta recibir dos últimos tiros en el corazón. Que clase de persona se puede olvidar de esa escena, de lo que hicieron con el amor de su vida —digo enfadada con voz de desahogo—. Lo siento yo no me puedo olvidar de eso.
—Si no te olvidas de él vas a sufrir, pero tú misma pequeña—dice serio.—Una pregunta Jacob, ¿Todo esto solo se quedara en una noche de desenfreno y pasión, o volveras a tutearme?—digo con miedo.
—Eso ya lo veremos pequeña, de momento te llevo a tu apartamento, debo ir a trabajar—se da la vuelta y desaparece.
Acabamos el desayuno en silencio, luego recogí mis pertenencias, sin mirar atrás nos pusimos rumbo a mi hogar.—Ya hemos llegado, pequeña—dice con esa sonrisa de superioridad.
Que por cierto que atractivo se ve así.
—Gracias de nuevo, por todo— digo haciendo la despedida menos cruel.
—No hay de que— giña su ojo y me pongo a salir del coche.
—Volveremos a vernos ¿verdad?—dije tragando duro.
Puede que fuera un poco obsesiva pero este hombre me hizo sentir realmente bien después de todo el caos que estaba viviendo.
—Cuando quieras llámame, pequeña —dice y por fin bajo del coche.
Me quedo hay plantada, él accederá y le veo marchar.
Solo sexo ¿Recuerdas?, no puedes volver a buscarle.
Una idea se me viene a la mente, una idea que puede que me ayude.
Jacob tiene muchos contactos seguramente él pueda ayudarme a mover hilos en busca esos malnacidos.
Puedo intentarlo, puedo hacer que me ayude por algo tengo que empezar.
Duermo toda la tarde, no se porque, ni cómo. Serán como las ocho de la noche. Me fuezo a abrir los ojos y mirar a través de la poca luz que ya entra por la ventana.
Cuando me levanto veo su cara a mi lado.
Pego un grito de terror.
—¿Qué pasa bella?- dice acercándose a la cama.
—Nada, me has asustado ¿ Qué haces aquí?, ni si quiera te dije donde vivo en verdad—digo dándome media vuelta.
—Pequeña, soy el rey de esta ciudad, el dinero manda—acaricia su mejilla.
—Necesito saber quien esta detrás de la muerte de Oliver—digo con mi idea clara en mi cabeza, ojalá acepte a ayudarme.
—Te ayudare a encontrarlo—dice quedándome bloqueada.
—Pero, pero, ¿Qué quieres a cambio?—pregunto con duda, con miedo y a la vez muy agradecida.
—A ti—dijo con una voz profunda.
Me iba a ayudar por solo darle mi cuerpo y parte de mi vida, era un buen precio a pagar por conseguir la venganza, además el futuro me había preparado una nueva pareja.
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Pasión llena de venganza
Novela JuvenilDicen que del amor al odio hay un paso, pero también del odio al amor. Jessica se ve envuelta y esos dos sentimientos, más una tristeza que la inunda el alma. Creía que confiaba en ella y todo se desmorono, se destrozo. ¿Conseguirá saber quién ase...