Dicen que del amor al odio hay un paso, pero también del odio al amor.
Jessica se ve envuelta y esos dos sentimientos, más una tristeza que la inunda el alma.
Creía que confiaba en ella y todo se desmorono, se destrozo.
¿Conseguirá saber quién ase...
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Narra Jacob.
Los días pasaban y mi paciencia se agotaba igual que el tiempo de que Jessica pudiera sobrevivir a todo tipo de torturas que el psicópata de mi padre la estuviera realizando.
Amelia llevaba días buscando al padre de Jessica, se habían escondido muy bien gracias a que sabían que la rabia de Charles había aumentado y mandaría a matar a cualquiera que se interpusiera en su camino.
Por mi parte lo único que pude hacer es reclutar a un montón de hombres, preparados para la guerra que se avecina.
Encontré cuarenta y cinco hombres dispuestos a la lucha. Si teníamos suerte, encontraríamos a la banda de Harry y se unirían a nosotros sin pensarlo.
Amelia llegó a mí despacho después de pasar otra noche entre las sombras de la ciudad. Estaba más delgada que de costumbre no había parado en días.
-Los tenemos, esta misma tarde se presentarán para negociar -dice aliviada.
-¿Estas segura que nos ayudarán? -levanto la ceja mostrándome dubitativo.
-Si, salvara a Jessica le ha costado mucho encontrarla, confío en ellos -se sienta destrozada en el sofá.
-Pues bien, ve preparando todo porque esta misma noche sacaremos a Jessica de allí.
-¿Estas seguro que vas a desatar la guerra esta misma noche? -se quita la ropa que le estorba, y sonríe.
-No tengo tiempo que perder, ella esta en peligro. No me queda alternativa.
-¿Estamos preparados? -me interrumpe.
-Deberíamos estarlo, todo es vida o muerte desde el principio y solo puedo jugar a esta baraja y tener suerte de que salga bien.
-Esta bien hermanito -me abraza sabiendo que puede ser uno de los últimos que tengamos.
La tarde se hace y con ello, solo Harry aparece delante de mi puerta. Todo está tenso, pero procedo a que ser lo más amable que puedo , olvidando el echo que casi me arrebata la vida.
-Y bien, ¿Cuál es el plan? -determina sin perder el tiempo y acomodándose en uno de los sillones de la sala de estar.
-Presentarnos en su casa, y darle lo que quiere los documentos -digo mientras busco asiento frente á él.
-No se los voy a dar, Jacob, Oliver tenia razones para confiar en mí y dármelos.
-No pretendo dárselos, pero por eso esta torturando a tu hija, Harry, tenemos que buscar tiempo. Haciendo que crea que hacemos un intercambio entre Jessica y los documentos.
-¿Cómo sabes que así la pondrá libre? -pregunta comprendiendo el plan.
-No lo hará, porque si la mata tendrá mi destrucción, aunque acabe quitándole la vida a él yo habré perdido también la vida con ella -digo tragándome la bola que se centra en mi garganta.