Narra Jessica
Hay a veces en la vida que quien creías tu amigo te daña. Te abandona delante de la tempestad, y eso hicieron mis amigos. Casarme con Oliver hizo que me alejara de ellos ya que mi querido marido fallecido tenía tantos proyectos que apenas quedábamos. No me dí cuenta hasta que me vi sola estando con ellos, hasta que me vi sola luchando contra el dolor.
La sensación de que alguien te pudiera ayudar como se supone que hizo Jacob.
Necesitaba tener nuevas amistades, y solo confiaba en Jacob y en Amelia para llevar acabo mi venganza. Era lo que más quería.
Toda mi fuente de ingresos era ahora trabajando para él, trabajar hacia que me sintiera menos sola.
Me siento muy débil, tengo una fiebre altísima y temblores, además de que el dolor no cesa.
Me destapo las sábanas y están llenas de sangre. ¿La regla? Me pregunto, pero sé que es imposible, queda una semana para que me baje, y es mucha sangre.
-¿Jess, qué es eso? -dice asomándose en la puerta y mirando las sábanas.-No, no lo sé. -digo mientras me levanto y caigo al suelo.
Se acerca a mí, me levanta cogiéndome y llevándome al baño. Me deja sentada en el inodoro mientras llena la bañera y lentamente me desnuda.-Estoy asustada -logró decir en un susurro.
-Jessica, llamaré a un doctor, vendrá ahora y te examinará.
-Esta bien-digo.
Sin decirme ni una palabra coge mi cuerpo desnudo y me mete en la bañera. El agua me ayuda a controlar los temblores y a calmar los músculos. Me pasa la esponja, cuando acaba me saca y va a por una toalla.-Puedo secarme yo sola -digo como puedo, me siento avergonzada.
-No digas tonterías Jess, estás muy mal no te mantienes en pie.
Me seca, me pone un conjunto pijama y me lleva a mi cama. Se queda acariciándome el pelo hasta que a los pocos minutos llega el doctor.
-Jacob, amigo ¿Qué ha pasado?-Mi amiga ha tenido un sangrado y tiene fiebre con temblores -dice preocupado-. hablamos fuera.
No logro entender lo que dicen, a los minutos entra el doctor y me explora, vuelve a salir para hablar con Jacob. Entran los dos serios y con la cabeza baja.-Estás sufriendo un abortó -dice sin piedad el medico.
-¿Qué? -logró decir.
-Sí, estás apunto de sacar al embrión. Necesito tu permiso para sacártelo o si prefieres puedo darte unas pastillas para que lo expulses, pero es más doloroso.
-Sácalo -digo retorciéndome de dolor.
Jacob me mira con rabia y apenado, sale de la habitación por la orden del médico. En menos de media hora acaba él procedimiento. Me da unas pastillas y me pide que tenga reposo. Se despide y se va con Jacob, a los largos minutos este último vuelve. Supongo que le acompañó a la salida.-¿No te tomaste las pastillas? -pregunta confuso.
-Puede que se me olvidara una vez. Pero no te preocupes, el problema ya no existe.
-Joder, que no se te vuelvan a olvidar. Advertida estás -dice con cierto enfado.
-Si no te corrieras dentro esto no hubiera pasado. -digo con algo más de fuerza.
-Ahora descansa debes de recuperarte, pequeña -me besa.
-Sí, necesito descansar- susurro.
Intento dormir, pero el delirio de la fiebre, hace que se dupliquen las pesadillas. Con las pocas fuerzas que tengo me presento en su habitación y toco a la puerta.-¿Qué haces aquí?, te he dicho que descansaras -dice furioso.
-No puedo dormir-digo con un puchero.
-Debes tranquilizarte y echarte, has perdido mucha sangre-dice acercandose a mí.
-¿Puedo dormir contigo?- suplico
-Pequeña, creo que es conveniente que tengas tu espacio, sin que yo te moleste y te pueda dañar-dice preocupado.
-Por favor-insisto.
-Solo de pensar, que podias haber traido un hijo mio al mundo me dan escalofrios Jess, yo también necesito asimilar esta noticia - da un beso en la frente.
-Lo podemos hacer juntos, esto es una cosa de dos-digo con ojos vidriosos
-Otro día será, pequeña, hoy tu cuerpo tiene que descansar sin interrupciones-dice robándome un beso.
Un buen rato me acompaña, hace caricias sobre mi pelo, y canta una canción, su voz es hermosa. Es profunda y podría ser realmente un cantante.
A la mañana siguiente y sin previo aviso, Amelia llega a Londres, con su espiritualidad aporta a la casa alegroa que hace que la noticia mala pase a otro lado.
Tocan a la puerta y una mujer aparece en mi vista. Estoy echada con nuevas sábanas y descansé lo suficiente.Amelia se acerca a mí con una agradable sonrisa.
-Nena voy a ser sincera contigo, ya que me parece que nos tocará trabajar un tiempo juntas-dice sentándose en el borde de la cama.-Cuéntame -digo sin ánimos.
-Está bien, Oliver, se estaba viendo con otra mujer frecuentemente es todo lo que he podido averiguar hasta ahora.
-Joder, cada día me entero menos de la verdad. Aunque eso lo sabia por los mensajitos. Estoy agotada, no puedo más. -digo suspirando.
-También debes saber quién es tú verdadero padre.
-Me quedo sorprendida, no sé reaccionar -. Mi padre biológico murio-digo fríamente.
-No Jess, sigue vivo, también soy detective infiltrada, una que contrató Jacob. Esto lo hago por el y por ti. Ahora te dejo descansar -esboza una sonrisa y se va.
Intento controlar toda la ola de sentimientos que me llenan ahora mismo. Tener una nueva amistad hace que me sienta más protegida delante de un hombre que solo me daña y me humilla. Confío en Amelia, ha sido sincera conmigo aunque trabaje para el señor que me maltrata aunque me diga que me quiere, le escuché. No puedo negar que él me hace correrme como nadie y es el placer lo que me une ahora mismo a él.
Nota de la autora:Para el miércoles tendréis nuevo capítulo. Gracias a todos.
Gracias por todo el apoyo, de verdad.
Vuelvo a añadir, si eres nuevo, es la primera vez que lees esta historia, fijate si en el próximo capitulo no ves la presentación en rosa no sigas leyendo, estoy editando y corrigiendo.
(Estará todo cambiado el 28 de julio del 2022)
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Pasión llena de venganza
Novela JuvenilDicen que del amor al odio hay un paso, pero también del odio al amor. Jessica se ve envuelta y esos dos sentimientos, más una tristeza que la inunda el alma. Creía que confiaba en ella y todo se desmorono, se destrozo. ¿Conseguirá saber quién ase...