Pasión llena de venganza

Capítulo 11. "Avanzar".

Narra Jessica

Después de la tormenta siempre llega la calma, pues igual con el dolor, después de sufrir, llorar, y liberarle solo quedaba avanzar.

Está claro que Oliver siempre estaría presente en mi vida. Fue mi primer amor, y mi esposo, pero estaba claro que no iba a ser el amor verdadero. Cada vez que veo a Jacob siento que menos pienso en él. El dolor desaparece poco a poco hasta convertirse en rabia solo por saber la verdad.

La pasión que me ofrece ese musculado y talentoso millonario. Me puedes.

La sesión de sexo o castigo concluyó con yo lléndome a mi cuarto y encerrándome a trabajar. Jacob por su parte se fue a arreglar unos asuntos. Estaba aburrida de estar sin hacer nada, necesitaba buscar pistas. Necesitaba tener más confianza con Jacob para poder tener más acceso y no correr peligro a la hora de buscar a ese capullo.

Solo se me ocurrió ir a mi antigua casa, donde quedaban pocas pertenencias, y era hora de cerrar el capítulo de esa escena tan traumática para mí donde noche tras noche transcurre en mis pesadillas haciendo que duerma lo mínimo.
Recojo lo poco que me queda, vacío el armario de Oliver, en un descuido cae un papel arrugado de su chaqueta. Casi con lágrimas logro extenderlo para ver de que se trata.

En boli negro pone la siguiente frase:

Hoy a las 17:30 donde siempre, no falles, es muy importante lo de hoy.

Doy un salto, y casi inconscientemente coloco mi mano en la boca. ¿Qué significaba esto?, ¿Acaso Oliver me estaba engañando?, ¿Acaso se trataba de ese proyecto que tanto le mantenía ocupado?.
Salgo corriendo de la casa, con las cosas de mi difunto marido y mis últimas pertenencias allí.

—Se acabó la casa, la vendo, esto es mucho para mí —digo para mí mientras cierro la puerta.

Llego al apartamento, un Jacob enfadado se avalancha hacía la puerta.

—¿Dónde coño estabas pequeña? —dice empujándome hacía él.

—A recoger las últimas cosas que tenía de mi antigua casa, ¿Algún problema?. —digo enfrentándome.

—Pensé que te había pasado algo, te llamé más de 5 veces. —dice calmándose—. Ven, te presento a mi abogado. Él te hará el contrato de trabajo y el contrato conmigo.

—¿Contrato contigo? — preguntó sería.

—Un contrato de fidelidad y compromiso, donde también se redacta que no puedes contar a nadie lo que sucede entre Jacob y tú a menos que él te dé permiso para hacerlo—dice el abogado.

—Pues muy bien—digo mirándole muy confusa por toda la situación nueva.

—Firma aquí. —dice serio.

Le miro con dudas, pero yo acepte estar con él, trabajar para su empresa. Veo normal que también tenga que firmar un contrato, puede que hasta me proteja a mí.

—Ya soy tuya —reí.

Me encantaba provocarle, me encantaba producirle nervios y que me mirase con ganas de dovorarme. Lo que no sabía es que yo estaba realmente siendo comida por él.

—Ahora te explicare las condiciones del contrato del trabajo, trabajaras cuando el señor te ordene ir con él. A 30.000€ precio justo. Como última cosa a tener en cuenta, se te dará un plus de 20.000€ por los trabajos de estilismo y moda. —acaba de decir entregándome el papel.

Después de firmar, Jacob me manda a mi cuarto y él acaba de hablar con su amigo abogado. No estoy para nada contenta pero es el medio a mi fin, y estoy avanzando por primera vez desde que todo eso ocurrió.

Agarro la nota y la decido guardar bien. Descubriré la verdad, solamente tengo claro eso.

Jacob me sorprende desde la puerta.

—¿Eres mía pequeña?—pregunto con cara de diversión.

—Sí, se siente bien ser la que se está follando al millonario que todas quieren—río ese poder es un subidon.

Avanzar, aunque sea poner el cuerpo al limite, a mí ya nada me hace daño, solo quiero avanzar habiendo hecho justicia.