Pasión llena de venganza

Capítulo 15. "Detrás de la verdad".

Narra Jessica

Puede que la verdad sea dolorosa, pero es necesaria. La verdad nos ayuda a abrir los ojos y darnos cuenta del gran engaño que hay detrás.

En mí caso cayó como agua fría. Después de haber luchando por el que creía que sería mi compañero de vida. Él decidió romperme en dos, acostarse con otras mujeres. No sabía cuántas.

El dolor era más y más profundo. Aguanto las manos de Jacob que me aprieta sin dejarme salir a correr. Pero también es un gesto cálido, me ayuda a controlar la rabia que llevo dentro.

Quiero salir de esa habitación. Amelia me mira preocupada y con un juego de mirada, mira de reojo a Jacob.

—Necesito salir, Jacob —logró decir.

—Esta bien, ve a la cocina y bebe agua, te sentará bien—dice serio.

Sus frías palabras hace que tiemble. Estaba cabreado, lo supe al mirar sus venas inchadas.

Le jodia de verdad, que mi ex me pusiera los cuernos, seguramente porque ha estado presente cuando he querido rendirme.

Oliver era un hijo de puta, si no estuviera muerto, yo le hubiera matado con mis propias manos.

Salgo al baño con lágrimas en los ojos, me lavo la cara y intento pensar una razón, buscar que hice mal, para que Oliver decidiera ser me infiel y mentirme de tantas maneras.

La causa de su muerte pudo ser de una chica a la que hiciera daño y como venganza contratará un sicario. Era muy retorcido. Una mujer sabe coger todas su fuerzas y dar donde más les duele, sin necesidad de matarles. Como ellos.

Todos los hombres tienen secretos, muchos de ser infieles. Y lo único que se puede hacer es salir de esa relación. Yo no me di cuenta y aquí estoy intentando llevar la justicia de su muerte, por todo el amor que le tengo, porque aunque ahora mismo tengo el corazón en un puño, todo lo que vivimos para mi no ha quedado en vano.

Por mucho daño que me haya causado, merezco saber la verdad, algo oscuro hay detrás de todo esto, nadie asesina tan cruelmente a nadie, por nada y menos por romper un corazón. Descartaba que fuera una chica.

Nadie merece que le arrebaten la vida tan cruelmente, aunque sea el mismísimo diablo.

Voy dirección, a la cocina, bebí un poco de agua que calmo mi ansiedad pero no del todo. Vi una puerta que lleva a una terraza.

Me dirijo hacía allí, abro la puerta. Paso al exterior, respiro fuertemente el aire de ciudad contaminada. Pero me calma. Abro los ojos que cerré para saborear por unos instantes la libertad. Me dirijo a los barrotes y subo una pierna a la baranda.

—¡Ey ey!, no saltes. No merece la pena morirse por un capullo —se acerca a mí, la pelirroja.

Dejo el impulso y me dirijo a mirarla que ya se ha acercado lo suficientemente a mí para no tener oportunidad de saltar, que no lo iba a hacer..

—Lo que pretendia era sentir adrenalina, y alejarme por unos segundos del dolor—digo con rabia.

—Se que es muy jodido, nena, pero tu eres demasiado fuerte—dice entre risas.

—Necesito saber la verdad, necesito estar tranquila, saber que he dado hasta lo último de mí.

—Jessica, eso no es justo para ti, ha fallecido te ha engañado, no puedes depender de él de esa forma o acabar autodestruyendote. Déjalo ir—dice con toda la razón del mundo aunque duela.

—Lo sé, pero yo le quería, igual que ahora estoy queriendo a Jacob y todo es tan confuso. Estoy traicionado a uno y al otro y a mí a la vez.

—Jess, Jacob es como mi hermano te ayudará, en todo lo que este en su mano. Pero es un chico dificil de tratar. La prensa piensa que está contigo, ninguna mujer le pondrá la mano encima si eso es lo que te preocupa, pero debes confiar en mi amigo.

—Es muy difícil, no le conozco, pero cuando el se va le echo de menos—digo sacando mis sentimientos al exterior.

—Vamos a hacer una cosa, dale una oportunidad, intenta seducirle tú a él. Mientras yo te ayudare a saber la verdad de la muerte de Oliver. Tengo contactos y detectives privados. Y puedo hacer que Jacob también te ayude.
¿De acuerdo?—dice con una sonrisa.

—De acuerdo, mejor eso que nada.

—Jacob te quiere Jess, desde el principio. Y creo que tú también porqué has dejado que se cuele en tu vida.

—Yo solo estaba ageadedecida con él, me lo quería pasar bien. Nada más, solo sexo.

—Lo que tu digas, querida. —dijo entre risas.

—¿Qué tal, pequeña? — dice una voz enfadada.

—Mejor, nada que no se pueda solucionar con unos tragos—digo con miedo a que me grite.

—Esta bien, pero no te emborraches mucho no quiero tener que ver como te pones enferma —se acerca y me da un beso en la frente.

La verdad es que me han roto el corazón, y aun toca saber más verdades detrás de todo el dolor hay más dolor y puede que la verdad sea la única cura para parar la hemorragia interna que te pide que hagas venganza y que descubras toda la verdad.