Tuve una larga y compleja charla con Monett que derivó a varios puntos, el primero es que dejará a Jacobo sin más en el pasado a pesar de lo mucho que la parece haber buscado, el segundo que mañana empezaremos la remodelación de Dulce Tentación para que sirva de distracción y en subida de clientes y el tercero tuvo que ver conmigo, concluí que debo ir a hablar con Edward Hamilton y decirle que soy su hija y ya no me busque más irrumpiendo en el departamento, no quiero más libros voladores aterrizando en mi frente.
No se cómo se debe arreglar uno para ir a conocer de sopresa a su familia paterna así que decidí un pantalón azul por si me caigo para que mis rodillas no sufran demasiado, una camisa blanca de mangas cortas para que no me lastime los brazos que están más amoratados que ayer, los tenis blancos que me regaló Alma en mi cumpleaños, cepillo mi cabello apenas por un momento, intentando alargar el momento para salir del apartamento me pongo mis pendientes brillantes en forma de gota y la cadenita de plata que pertenecía a mamá.
No hay más motivos para seguir haciéndome la loca así que tomo mi bolso ya cargado con lo que vaya a necesitar, Monett se llevó a Tomy a la cafetería así que cuando atravieso el departamento solo el silencio me acompaña, estoy nerviosa pero se que es lo correcto.
Él y yo merecemos una oportunidad para conocernos.
Es tanto mi impulso de retrasar el momento que bajo las escaleras como una persona normal y no corriendo, es sábado así que la universidad no me afana por hoy, saludo a Ryan cuando paso por la recepción y le hago la parada a un taxi porque no tengo idea de que autobús va a mi destino y no quiero perderme para completar la extraña situación.
- esta es la dirección - le indico a la taxista cuando me he acomodado en el asiento trasero, por inercia su mirada cae en mis brazos lo que me da ganas de rodar los ojos, ¿Nunca han visto un golpe? ¿O un par?
- es un poco lejos - comenta encendiendo el motor de auto, sonríe animada mientras empezamos a movernos, mi teléfono suena avisándome que ha entrado un mensaje así que me distraigo curioseando
Héroe ♥
¿Estas ocupada hoy?
Abeja ♥
Estoy yendo hacia mi destino...
Bueno no tan así, pero si debo ir a hablar con alguien.
Héroe ♥¿Alguien?
¿Debo sentirme celoso?
Abeja ♥
¿Celoso? ¿Por mi?
Jajaja
Hablamos en la noche si tienes tiempo, besos.
Guardo el teléfono de regreso en el bolso, mi relación con Damien ahora mismo es extraña, es como un "me gustas pero no voy a decirtelo" o algo así, sea lo que sea revuelve mi estómago y mi corazón vuela buscando salirse de mi pecho.
La taxista y yo nos fundimos en una conversación sobre el cambio climático que me entretiene todo el camino distrayendome sobre Damien y Edward, duramos varios minutos charlando con la voz del locutor de una emisora romántica de fondo, las canciones son malísimas pero no me quejo porque la mujer es simpática e incluso me hace un descuento. Me despido de ella llevándome su número para poder llamarla si necesito que me recoja después del posible desastre que acontecerá en esta casa.
Me quedo un momento de pie en la acera observando la enorme casa frente a mi, Monett y yo investigamos a los Hamilton, es una familia adinerada y al parecer tengo tres hermanos mayores, dos chicos y una chica, el caos está en si ellos me quieren en su vida o me harán pasar la peor vergüenza de mi vida hoy. Y yo suelo pasar muchas vergüenzas sola, gracias.
- al demonio, que pase lo que tenga que pasar, no voy a estar aquí parada el resto del día - me digo a mi misma tratando de infundirme ánimo para caminar los aproximadamente diez pasos que me separan del jardín bien cuidado - Katania Isabel Faradhay o Hamilton o como me llame ¡Yo puedo!
No lo pienso, mi mano va directamente al timbre y aunque quisiera echarme a correr como loca por esta calle desconocida para que no me vean los nervios me mantienen clavada al suelo justo enfrente de la puerta doble de madera negra, me abre una chica un poco más alta que yo, tiene el cabello rubio y los ojos cafés, tal vez estoy delirando pero nos parecemos tanto que resulta preocupante.
Ambas nos quedamos en silencio viendo en la otra un reflejo con cabello de color diferente, la muchacha parpadea desorientada y luego aclara su garganta para espabilar y de paso hacerme a mi regresar al presente.
- perdona, busco al señor Edward Hamilton - consigo decir, de milagro dejo espacio entre las palabras y suena entendible
- ¿Y tu eres? - pregunta ella frunciendo el ceño, me dan ganas de decirle "tu hermana perdida, ya sabes, la hija del cuerno" pero en lugar de eso sonrío falsamente
- Katania - respondo llevando mis brazos hacia atrás al darme cuenta que está observando los hematomas - Katania Faradhay
- así que tú eres mi hermana - menciona llenándome de asombro, su expresión facial no delata que está sintiendo así que fácilmente puede estar planeando asesinarme y ocultar mi cuerpo en el sótano de la mansión y yo no lo sabría
- ¿Debo irme ahora y olvidarme de esto? - mi voz sale temblorosa y desvío la mirada nerviosa clavandola en un rosal amarillo
- ¿Estas demente? - la rubia chilla haciendo que vuelva a verla, está frunciendo el ceño - ¡Te hemos buscado durante años! Por cierto, soy Saskia
Saskia me arrastra hacia el interior de la mansión, por suerte me toma del antebrazo así que la presión de sus dedos no me lastiman, no tengo tiempo en reparar los detalles de la casa porque estoy preocupado de en donde pongo los pies ya que a la velocidad que está chica me arrastra podría con mucha facilidad saludar al suelo de abrazo. Ella me dirige a lo que supongo es la sala de estar donde tres personas giran a vernos confundidos.
Trágame tierra y escupeme cuando los personajes de manga puedan salir al mundo real.

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Dulce Caos
RomanceDamien Montenegro es un chef reconocido, dueño de un restaurante importante de la ciudad, cuando se muda a un pequeño edificio de apartamentos lo último que espera es cruzarse con un huracán como Katania Faradhay, una universitaria siete años menor...