Dulce Caos

30. Colapso

Estoy acostada al revés en el sofá, mis piernas descansan sobre el espaldar y mi cabeza cuelga por el borde haciendo que la sangre se acumule en ella mareandome, de fondo se escuchan los comerciales de Disney Channel, Tomy se ha quedado dormido sobre la alfombra hace algunos minutos y mi mirada está puesta en el techo blanco.

Monett y Jacobo están discutiendo en la habitación de ella, al parecer mi tía no quiso escucharlo la semana pasada por completo y él insistió en venir aquí para que ella sepa "la verdad", giro despacio para quedar acostada sobre el mueble al sentir que la cabeza me duele por la incorrecta posición en la que permanecí varios minutos, al parecer voy a enfermarme, culpo a mi estado porque los últimos días apenas he tenido tiempo para comer entre los exámenes de la universidad, los turnos en la cafetería y las tareas, al parecer a mi cuerpo el ritmo loco no le funciona sin combustible.

Pongo una mano sobre mí frente tratando de medir la temperatura de mi cuerpo, tengo fiebre, la garganta me arde dándome la fea sensación de quemar. Me pongo de pie y camino hacia la cocina en busca de agua, apenas avanzo el mundo se tambalea bajo mis pies pero consigo mantener el equilibrio, llego a mi destino con éxito y bebo el líquido del grifo con ayuda de un vaso de cristal azul, los favoritos de Monett, al regresar a la sala tengo que sujetarme de la pared, los gritos de la ex pareja están fastidiandome.

— Auch — me quejo cuando al sentarme una punzada dolorosa atraviesa mi cabeza, masajeo mi frente con los dedos buscando alivio — debí almorzar

El televisor reproduce mataron de descendientes, busco mi teléfono con la mirada para enviarle un mensaje a Alicia y que suba en mi auxilio pero lo veo sobre el comedor, debí dejarlo allí al entrar, genial. ¡Genial! Vuelvo a ponerme de pie, las náuseas me embargan y me pregunto porque si mi estómago está vacío, logro alcanzar el aparato y desbloquearlo pero cuando estoy buscando el chat de Alicia un mareo se apodera de mi cuerpo.

El teléfono resbala de mis manos chocando con el suelo y luego todo es oscuro.

*******

Al abrir los ojos lo primero que noto es el techo blanco sobre mi, luego el sonido irritante de un pitido llega a mis oídos haciéndome gruñir, tardo unos momentos en darme cuenta que estoy en la habitación de un hospital, el ruido proviene de la máquina que registra mi ritmo cardíaco, en mi brazo derecho tengo la aguja por la que fluye el suero, hace frío en el cuarto y huele a alcohol, ese característico aroma que se adhiere a los centros médicos y da mareo.

¿Qué sucedió?

¡Ah! Me desmayé por andar saltandome comidas.

La puerta se abre dejándome ver a una enfermera, la chica sonríe al verme consciente y se acerca para ver qué todo ande bien con las máquinas y las odiosas agujas, me explica que tuve un colapso por sobrecargo de estrés y mala alimentación, me habla en un tono que me hace sentir niña pequeña regañada. Después me da una pastilla, un vaso de agua y avisa que le dirá a todos que ya desperté.

— ¿Todos? — pregunto confundida

— sus tíos, sus amigos y su novio — sonríe saliendo de la habitación

Esperen, ¿Sigo mareada? ¿Amigos? ¿Novio?

A los pocos minutos entra un doctor, uno que yo conozco y me mira con reproche recordándome que prometí no regresar pronto, la verdad es que soy un tanto atraída hacia los hospitales. Mientras me revisa me informa de la dramática llegada que hicieron conmigo. Según el doctor fue Damien quien apareció en la sala de urgencias cargándome con "mis tíos" corriendo detrás preocupados y apenas cinco minutos después Alicia e Irina llegaron en el automóvil de Sergio, además de que Bob, Alma y Ryan llaman cada treinta minutos, así que hay toda una comitiva esperando por noticias.

— ¿Y si les decimos que me morí? — molesto riéndome mientras el inyecta algo en la bolsa del suero

— son capaces de torturarme donde diga algo así — se ríe divertido quitándose los guantes de látex — les diré que pasen a verte en grupos de dos y a la enfermera que te traiga el desayuno

— ¿Cuanto tiempo estuve inconsciente? — pregunto confundida ante sus palabras, era poco más de medio día cuando me desmayé

— querida, tardaste toda una tarde y una noche para recomponer fuerza — me informa y hago una mueca de pánico al imaginarme las reacciones del batallón que está en la sala de espera — así es, van a regañarte

— ay por los dioses — jadeo haciendo referencia a los integrantes de la mitología de la antigua Grecia, el doctor sonríe y sale

Los primeros en entrar son Monett y Jacobo, ella me recrimina entre lágrimas y yo solo espero que se tranquilice para decirle que estoy bien, a él lo ignoro completamente, parece entender que no lo quiero aquí así que sale dejándome a solas con mi tía, ella llora un poco más para terminar diciéndome que Jacobo asegura que está accediendo a esa matrimonio solo porque los padres de la mujer aseguraron llevar a la ruina a la familia de Jacobo si no decía que si, afirma amar a Moni y sentirse acorralado con todo está situación.

— tus amigas quieren verte y Damien está enojado — avisa después de que prometemos posponer la charla para cuando estemos en el departamento solas — me regañó por no asegurarme que estuvieras comiendo, me sentí como niña pequeña

— lo lamento, Moni, sabes lo distraída que soy — la miro con un puchero y eso la hace sonreír

Irina y Alicia entran a la habitación como un tornado, me abrazan con su lado más dramático diciendo que van a llamarme a las horas de la comida para asegurarsen de que este comiendo. No lo hice apropósito, yo amo la comida más a nada y todo el mundo sabe eso, nunca digo que no a un buen plato pero estuve tan ocupada que el tiempo no me dió para cocinar o pedir algo.

— estoy bien, lo prometo — calmo a Alicia que esta lloriqueando abrazándome por el cuello — me asfixias

— perdón — se disculpa soltandome de golpe, le sonrío haciendo que me imite

— dejaremos que los bombones vengan a saludarte — comenta Irina con una mirada sugestiva que me hace sonrojar

Las obervo salir y suspiro sabiendo que falta mi drama principal, alias Sergio Sandoval y la mirada acusadora del rubio de ojos lindos.