Dulce Caos

9. Helado curativo

- a Lote le ha fascinado la chaqueta y los chocolates - Alicia me cuenta mientras ambas estamos sentadas en la alfombra de Monett recortando papeles de colores para decorar una cartelera, tarea de la ojiverde, al parecer debe exponer sobre los cuidados de los animales domésticos

- me alegra, a medio día la vi llegando del instituto con la chaqueta sobre el uniforme y hacía un calor tremendo - me río mientras paso las tijeras a través del papel violeta haciendo triángulos de varios tamaños, esto definitivamente nos va a mantener ocupadas un buen rato

- no se la quita para nada - concuerda divertida Alicia entretenida en el papel verde oscuro, al parecer le cuesta hacer un corte derecho, alega que lo suyo no son trabajos manuales que requieran tanta precisión - oye Nia, ¿Aún te duele?

Se que se refiere a mi mejilla, han pasado dos días así que claramente el golpe sigue siendo visible, la directora ha dejado por fuera de la universidad a mi agresor directo, los otros tres fueron sancionados según el manual de comportamiento de la institución, aunque pienso que Adam debió recibir un castigo más severo no lucho más porque su dinero puede mantenerlo a flote haga lo que haga, nació en cuna de oro y es eso lo que embelesó tan terriblemente a Nicoletta.

Alicia ha venido cuando llegué de la universidad para pedirme ayuda en hacer la cartelera porque dice que no es buena decorando, sus padres están trabajando y Charlotte fue a casa de una amiga del instituto así que supongo que en realidad la pelinegra buscó una excusa para evadir la soledad del apartamento queriendo así también hacer a un lado el hecho de que sus amigas la traicionaran.

- no tanto - le respondo bajando las tijeras y deteniendo un momento mi tarea sobre el papel, al sentirse observada ella también frena sus manos y levanta la mirada esmeralda hacia mi dirección - ¿Hablaste con ellas?

- si, les dije que las había oído - suspira procediendo a contarme lo que pasó con un gesto de aflicción que dan ganas de abrazarla antes de que se eche a llorar - no lo negaron, dijeron que era verdad, que estaban hartas de tener que lidiar conmigo por lástima y que yo solamente me colé en una amistad que les pertenecía a ellas

- desgraciadas - bufo entendiendo perfectamente cuan rota se siente Alicia por haber perdido a sus mejores amigas de hace años en un solo instante - ¿Quieres helado curativo?

- ¿Helado curativo? - cuestiona confundida, sus cejas se juntan arrugando su frente y se remarcan los hoyuelos en sus mejillas al sonreír por la idea del postre

- Moni y yo tenemos reserva de helado, solo lo abrimos cuando alguna la está pasando mal así que lo nombramos curativo porque es como medicina para el alma - le explico poniéndome de pie, un montón de papelitos que se habían quedado en mi camiseta caen al suelo lentamente causando más desorden del que ya tenemos en la sala, por suerte Tomy decidió que era más entretenido la pelota roja que le regaló Alicia que molestarnos - de verdad funciona, solo tienes que ponerle fe

- ¿Y polvillo de hada? - pregunta sonriendo, entiendo su referencia a campanita de inmediato así que asiento con la cabeza riendo

Soy una chica de películas y series animadas, no juzguen.

Voy a la cocina y tomo del refrigerador un tarro de helado de fresa con vainilla y dos cucharas, al regresar a la sala veo que Alicia ha juntado todo lo que estábamos usando en un montoncito a un lado del sillón, Tomy sigue mordiendo la pelota demasiado concentrado para prestarnos un gramo de su atención. Me siento en el sofá y la morena se acomoda a mi lado algo cohibida, es comprensible porque hace días apenas nos saludabamos al cruzarnos por casualidad y hoy estamos en mi sala con helado compartiendo penas.

- ¿Maratón de películas terriblemente empalagosas para darnos cuenta que jamás tendremos un romance así? - pregunto encendiendo la televisión con el control remoto, ella asiente con la cabeza con una expresión que me dice que esta tan convencida como yo que su soltería va para largo

Gracias libros y Hollywood por vendernos al chico perfecto que no existe en la deprimente vida real.

- empecemos la depresión con esta - Alicia señala en la pantalla "diez cosas que odio de ti" un romance adolescente entre el chico malo y la chica buena que inicia con una apuesta, rompe varios corazones y termina con un romance bien imposible

- a lo masoquista - me burlo eligiendo la película porque ambas sabemos que no vamos a tener una aventura así, eso ni en la vida real de las actrices porque sus divorcios son más rápidos que las planeaciones de sus bodas

Cuando llega Monett vamos por la tercera película y el helado se ha terminado, ella nos mira confundida al darse cuenta que Alicia está recostada en el sofá con la cabeza en mi regazo totalmente concentrada en el problema que se desarrolla en la película frente a nosotras y el tarro de helado yace vacío en el suelo junto a los papeles coloridos. Mi tía deja su bolso sobre el comedor y camina hacia nosotras sonriendo.

- ¿Helado curativo y películas románticas? - menciona haciendo que los ojos verdes de Alicia viajen a ella apenas dándose cuenta de que llegó a casa - aquí huele a corazones rotos

- aquí hay espacio - le digo a Monett palmeando el espacio libre del sofá a mi lado izquierdo, se que de las tres el corazón más maltratado y roto es el mi tía, una chica que tuvo que hacerse cargo de su sobrina antes de cumplir veinte cuando perdió la única hermana que tenía por culpa de un conductor ebrio, su vida ha sido un mar de emociones tormentosas

- supongo que está bien - suspira Moni, la castaña se acomoda a mi lado y se quita los zapatos con los pies, luce cansada pero aún así sonríe

- traeré más helado - menciono pero Alicia se ofrece a ir y ella trae un nuevo tarro de la cocina junto a una cuchara limpia para Monett, esta vez es de chocolate

Para cuando nos damos cuenta son las diez de la noche, la madre de Alicia la llama para que baje. No hay mejor terapia para el alma que una maratón de película, helado curativo y una compañía amena.