Por petición de Jungkook, la reunión que quedaba pendiente a realizarse en relación con unas nuevas propuestas de leyes entre gobernantes, alianzas y firmas de acuerdos, la misma tenía que efectuarse temprano en la mañana. Esta no era la primera vez que el Emperador tenía que asistir a este tipo de reuniones. Lo ha tenido que hacer desde que su padre había muerto. El padre de Hoseok era quien acompañaba al padre de Jungkook y ahora Hoseok le tocaba acompañar a Jungkook a estas reuniones. Desde muy joven Hoseok aprendió de su padre a cómo hacer negociaciones; le enseñó a no dejarse manipular ni mucho menos comprar por El Consejo o los otros reyes que asistían a estas reuniones. Muchos de los hombres que asistían a esas reuniones no tenían ningún tipo de lealtad, solo les interesaba el oro, las tierras y el poder. El Canciller tenía que ser leal a su Emperador, ser sus oídos, su conciencia y quien debía mantenerle los pies en la tierra y ayudarlo a pensar en su pueblo primero mientras sea Emperador.Por fin dieron por terminadas las reuniones que faltaban esa mañana, la escolta y guardias del Emperador ya tenían todo listo. Solo esperaban las orden de su Emperador. Jungkook estaba terminando de recoger unos papeles importantes para entregárselo al Consejo cuando llegara al palacio. No todo había salido como lo esperaban, pero no iba a pensar en eso en estos momentos. Mientras revisaba que tenía todo escuchaba que abrían la puerta de la habitación que estuvo ocupando esos días:
- Jungkook ya debemos irnos! Tu escolta está en la puerta y el carruaje está justo al frente.
-Si, ya vámonos Hoseok, quiero ver a mi Mochi
-Tu Mochi? ¿Qué, tienes hambre? – Jungkook empezó a reírse.
-No hermano, no tengo hambre, digo mi Mochi refiriéndome a Jimin. Parece una tierna bolita de arroz.
-Yah!, ay, hermano a la verdad que estas bien enamorado. Pero vamos que el viaje que nos espera es bastante largo.
*Dieron una última ojeada a la habitación verificando que no se les quedara nada, recogieron los documentos y salieron de la por la puerta de la habitación.
Jungkook
Nos subimos al carruaje y emprendimos el largo camino de regreso, serían cerca de seis horas que debemos viajar para llegar al palacio. Desde que salimos Hoseok se quedó dormido y yo lo único que hacía era pensar en que quería declarármele a Jimin, decirle cuanto lo he extrañado, pero el hecho de que hoy era el día que tenía que elegir una esposa por imposición del maldito Consejo agregaba más intranquilidad a mi mente. En la reunión salió a relucir que el Príncipe del reino del sur se escapó del palacio, porque no quiso casarse y lo están buscándolo para la coronación. Porque aún no ha aparecido, el reino del sur le está echando la culpa a los demás reinos de esconderlo y esto va a provocar una guerra. De verdad no entiendo, ¿cómo un príncipe hizo eso, por qué habrá escapado? Algo grande tuvo que suceder para que decidiera escaparse. Pero bueno, eso no me interesa ahora, solo quiero llegar rápido para ver a Jimin.
~~~~~
*Jimin se levantó muy contento, sabía que por fin había llegado el día en el que su Emperador regresaba al palacio, se bañó, se arregló y bajó a la cocina para preparar las cosas que tenía pensado hacer para recibirlo.
- Buenos días Jimin! ¿cómo amaneciste hoy? -dijeron a la vez Lisa y Jenni.
- Buen día chicas, muy bien y ustedes -contesté mientras hacía una reverencia.
- Estamos bien y feliz, debemos de estar muy pendientes hoy porque el Emperador escogerá a su futura esposa. – traté de disimular, pero en realidad me puse triste. No quisiera que se case con alguien más, pero debo entender que es por el bien de la colonia.
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El Emperador y mi Príncipe "©"
FanfictionPrólogo Un joven atractivo e inteligente (Jeon Jungkook), tuvo a temprana edad (17 años) que asumir el cargo de Emperador de las Colonias luego que sus padres murieran en un trágico accidente. Ya el joven Emperador tiene 24 años y el Consejo Real le...