De regreso al Palacio 2/2

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Cuando Yoongi se fue con su niño, yo continuaba con la preparación del almuerzo, estaba haciendo algo especial y diferente y como punto perfecto terminaría de hornear para mí Emperador un rico pastel de chocolate y avellanas. Estaba tan concentrado que no me di cuenta de que había alguien parado detrás de mí, viéndome cocinar, hasta que escuché...

- Hola Jiminie - Me di vuelta rápidamente pensando que mi mente me estaba haciendo una mala jugada, pero no fue así

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- Hola Jiminie - Me di vuelta rápidamente pensando que mi mente me estaba haciendo una mala jugada, pero no fue así. Ahí estaba él, ahí estaban esos hermosos ojos negros que tanto extrañé. Mi corazón se quería salir de la emoción, mi Emperador estaba frente a mí, por fin había vuelto. Nos quedamos mirando, ninguno de los dos decía nada, me quedé perdido en esos ojos oscuros que tanto deseaba volver a mirar y ahora estaban justo frente a mí.

- Bu-buenos días Emperador, bienvenido de regreso a su casa. ¿Cómo está usted? - le dije haciendo una reverencia, no podía ocultar mi alegría.

- Estoy agotado, fue un viaje muy largo y duro, pero juro que ha valido la pena. - el Emperador no dejaba de mirarme, ni yo a él.

- Me-me imagino señor, su a-almuerzo ya está listo. ¿Se lo sirvo en el comedor o se lo subo a su habitación? - le pregunté, yo estaba todo sonrojado.

- Súbelo a mi habitación Jimin, estoy bien cansado y necesito descansar para esta noche.

- Esta bien señor, en un momento se la subo.

- Gracias, y Jimin... me alegra verte de nuevo. - me guiñó un ojo, dio media vuelta y salió de la cocina. Yo solo podía sonreír, cada día está más hermoso y mucho más guapo. Terminé de preparar el postre de chocolate y lo coloqué en un plato pequeño al lado del almuerzo y un jugo de maracuyá (parcha en mi país), acomodé todo en la bandeja de la comida para el Emperador y me dirigí a su habitación. Cuando estaba al llegar frente a la puerta de su habitación, me di cuenta de que el nuevo centinela no se encontraba en su puesto, así que yo mismo toqué la puerta. Estuve 5 minutos allí y no escuchaba nada en su interior. Fue entonces que agarré la perilla de la puerta y abrí, él estaba sumergido en su mundo que ni cuenta se dio que yo estaba allí hasta que se volteó y me miró. Es inevitable sentir una corriente en todo el cuerpo cada vez que me mira.

- Disculpe Emperador por entrar así, estuve tocando la puerta, pero creo que no me escuchó. Aquí le traigo su almuerzo, lo hice especialmente para usted, espero que le guste.

- Puedes ponerlo en la mesa, gr-gracias. -mientras ponía la bandeja en la mesa sentía su mirada sobre mí. -con permiso, si no necesita nada mas me retiro, buen provecho. -antes de llegar a la puerta lo escucho...

- Espera Jimin - me volteo y veo que se está acercando a mi y mi corazón quiere salirse de los nervios.

- Si, Emperador - ya estaba frente a mí, muy cerca, creo que hasta puede escuchar mis latidos de lo cerca que se encuentra de mi cuerpo.

- Te dije que cuando estuviéramos solos me puedes llamar Jungkook.

- Disculpa Jungkook.

- Jimin, podemos hablar un momento? Siéntate por favor. -me llevó hasta el mini sofá que hay en su habitación, se sentó a mi lado, tomó una de mis manos y la acercó a su pecho.

- Estos días que he estado fuera del palacio han sido de los más difíciles para mí y no por la razón de mi viaje sino por

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- Estos días que he estado fuera del palacio han sido de los más difíciles para mí y no por la razón de mi viaje sino por... porque esta vez ansiaba regresar lo antes posible. Si no regresaba pronto sentía que iba a volverme loco, necesitaba, necesitaba volver. -cogió un suspiro y siguió hablando.

Jimin, no sé tú, pero, te extrañé, te extrañé tanto que estuve a punto de mandar las reuniones al mismísimo infierno con tal de regresar y poder ver el cielo de tus ojos que tanto me fascinan y que tanto extrañé. Jimin, te quiero preguntar si tu... si tú también me extrañaste. - sus ojos tenían un pequeño brillo de esperanza, pero a la vez de temor a la respuesta del rubio quien no salía de su asombro ante las palabras del Emperador. Con el rubor que se extendía por toda la cara del menor, éste por fin pudo hablar.

- Si señor lo extrañe mucho - salió como un susurro, pero Jungkook lo llegó a escuchar y antes que Jimin bajara la cabeza, el Emperador colocó su dedo índice bajo la barbilla del rubio he hizo que lo mirara a los ojos para seguir hablando.

- Jimin, no sé qué me pasa contigo, me tienes loco, necesito tenerte cerca para estar tranquilo, en tan corto tiempo te has metido muy dentro de mi cabeza y solo puedo pensar en ti.

-"Si supieras que también me pasa lo mismo" - decía en mi mente. No me atrevía a contestarle, no sabía cómo. Lo único que pude decirle fue:

- se le va a enfriar su almuerzo, con permiso. -salí rápido de la habitación, no sabía qué hacer. Cuando por fin llegué al primer piso pude respirar. Pero alguien me tocó el hombro que me hizo pegar un brinco.

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Capítulo cortito pero necesario.

Con quién se habrá tropezado Jimin?
Qué habrá pensado Jungkook cuando Jimin salió corriendo después de confesarse?
Qué pasará en el Baile Real?

El fin de semana sabremos.

El Emperador y mi Príncipe "©"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora