39.- El hombre que más te amo

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La única manera para aprovechar el tiempo que estaremos en la cuidad de México y que Valentín no pierda práctica es que lo lleve de compras, necesita un atuendo adecuado para presentarse. 

Victoria y Juan José fueron muy específicos al respecto, colores, cortes, telas, me dijeron que yo no debía meterme, que ni se me ocurriera ponerme a inventar algo y no era necesario porque ya lo sabía. El traje de charro al ser un emblema nacional y una tradición se debe respetar, siempre en colores serios y además se debe portar con orgullo y gallardía. Un hombre que se viste de charro no puede faltarle al respeto a ese traje, tampoco puede tener una actitud indecorosa.

Así que mi único trabajo es asegurarme de que los trajes de le queden bien, por ahora solo va a necesitar el traje de faena, que es el que utilizará en las competencias y el traje de media gala que es el que usará para presentarse en la federación, mientras que los trajes de gala, de etiqueta y de gran etiqueta no los usará por el momento pero será mejor que los pida de una vez, nunca se sabe cuándo puede surgir la ocasión de usarlos. 

También por tradición estamos en la calle República de Ecuador en el barrio de la Lagunilla, aquí se encuentra la sastrería de charro más antigua de la cuidad de México, Álvaro siempre compro sus trajes aquí, Victoria tiene total confianza en este taller y ahora que yo lo he visto estoy de acuerdo. Inmediatamente entro me llega el olor de la tela, en esta tienda está la esencia de lo que somos, lo siento en la piel y en el alma.

—Mi tío conservaba sus trajes en una habitación parecida a esta tienda —nos dice Valentín, quién tiene la mirada de niño en juguetería. 

—¿En dónde están los demás trajes? —le pregunta Maximiliano, comparte la idea de Victoria de resguardarlos en vitrinas especiales. 

—La madre de Juan José los quemó —baja la mirada avergonzado, no es su culpa que hicieran eso—. Solo dejo un traje para el homenaje que se le hizo, después Juan José le dijo que lo había tirado.

—Pero lo conservo y lo usará —mientras yo viva ese traje se conservará intacto. Vamos más adentro del local y vemos a un hombre detrás del mostrador, está cortando patrones—. Buenas tardes, soy Helena Caballero, vengo de parte de la señora Victoria Caballero. 

—Buenas tardes señorita Caballero, y por supuesto que los estaba esperando, doña Victoria me dijo que había que vestir a sus nuevos charros —esta entusiasmado con vestir a los dos galanes que traje. 

Victoria también le ofreció a Julián acompañarnos pero parece que tiene bastantes ocupaciones, así que no vino con nosotros, pero no creo que deba preocuparme por él ya que tiene mucha más experiencia en esto. 

—Somos nosotros, pero solo venimos con uno, Valentín Camarena —dice Maximiliano.

En realidad es Valentín Moreno Camarena, solo que para conservar la tradición estará usando el apellido de su madre, su padre murió hace algunos años así que no está ofendiéndolo, o por lo menos no desde mi punto de vista. 

—Es el sobrino de Álvaro, ya le confeccione unos cuantos trajes antes —nos dice el encargado—, por supuesto el distintivo de gala de los Camarena.

—Lamento mucho decir que ya no lo tengo —murmura Valentín sonrojándose—. Pero si vine por un traje parecido o igual de preferencia, el de faena puede ser en los colores que el traje de gala tiene en los detalles, negro no porque Julián tiene tendencia por ese color.

Por muchas razones Valentín tiene que destacar esa noche, por supuesto en la competencia pero también fuera de ella, tiene que representar lo que es, todo lo que lleva dentro de él y aunque no podemos cambiar las reglas de vestimenta podemos usar lo que tenemos a nuestro favor, si da una buena impresión entonces ya solo le quedará ganarle a Julián.

Los Caballero [Saga Amores Incesantes #4] || CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora