—¿No me van a decir nada? —pregunta Victoria.
Citó a Juan José, Rosa Isela, Mauricio y a mi para informarnos su decisión respecto a quien se quedará a cargo de la hacienda y creo que nunca nos habíamos quedado todos mudos.
Este cambio de actitud de mi hermana hacia Helena no lo ví venir pero me agrada, está es la casa de Helena, tiene todo el derecho de quedarse y parece que ya le ha llegado al corazón a Victoria y si esto solo es una prueba entonces yo la voy a ayudar a superarla, además con esto me está quitando un peso de encima.
Oficialmente a la partida de mi hermana a la ciudad de México Juan José sería el encargado pero me dijo que me dejaría a mi y realmente no es algo que yo quiera, no ambiciono tomar un lugar que no me corresponde y que además no merezco.
—¿De verdad quieres saber lo que pienso? —replica Juan José molesto.
—Juan José, por favor cálmate —le pide Mauricio antes que Victoria pueda contestarle—. Por eso los citamos aquí, ustedes son quienes tendrán la responsabilidad sobre ella, y sí, queremos tu opinión.
—¿Cómo les explico? —pregunta enfocándose en Victoria— Helena no es una niña y tú no eres su madre para recompensarla por hacer bien su tarea, es absurdo que ella maneje un lugar de estos sin saber absolutamente nada, dos meses no son suficientes para aprender.
Es que no ha entendido que aunque no sea suficiente podrá hacerlo, Victoria tenía dieciocho años cuando se empezó a hacer cargo y sabía solo un poco más que Helena ahora, aquí mi hermanita solo necesita apoyo, porque el carácter ya lo tiene bien puesto.
—No me gustan las metáforas Juan José —le responde Victoria—. Mira Helena quiere aprender y yo darle una oportunidad, entre más gente me ayude mejor marcharán las cosas para todos, y… ¿de que te quejas? Tú mismo la has apoyado desde que llegó aquí.
Eso ni como negárselo. Juan José la trae junto con Valentín de arriba, abajo, no paran en todo el día; a veces he llegado a creer que está preparando a su primo para dejarlo aquí y eso estaría bien, él merece una vida lejos de la sombra del amor que le tuvo a mi hermana. Ya merece ser feliz y aquí no lo va a conseguir, sin embargo jamás nos dejaría a nuestra suerte.
—Si, yo la ayude y lo seguiré haciendo es solo que estoy harto de que todo el mundo pase por encima de Rogelio.
Solo está perdiendo su tiempo al defenderme, Victoria es de oídos sordos a la mayoría de cosas que tengan que ver conmigo.
—Yo siento decirlo pero está vez estoy de acuerdo con Juan José —interviene Isela—. Rogelio, eres tú quién debe manejar la hacienda, tu la conoces mejor que nadie.
Claro además creé que aún soy dueño de una parte de la hacienda pero aunque fuera así yo no aceptaría e Isela tiene que entenderlo, yo no he nacido para dar órdenes, aquí la palabra de Victoria para mí es una ley sagrada que no estoy dispuesto a romper por nadie, ni siquiera por la mujer que amo.
—Por mi no tienen que preocuparse, yo estoy de acuerdo con Victoria —les aclaro para que dejen de insistir en algo que no va a pasar—. Helena es todo lo que esté lugar necesita, además saben que a mi no gusta dar órdenes, a ti Juan José tampoco, no queda nadie más con capacidad, ¿o ustedes tienen una opción mejor?
Aquí todos sabemos que la única con la fuerza y carácter suficientes para llevar las cosas exactamente como Victoria es Helena, además yo le hice una promesa, le dije que la ayudaría, eso haré, una vez que Victoria regrese y todo este bien empezaré con los preparativos para construir su casa, para que esté feliz y tranquila de una vez por todas.
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Los Caballero [Saga Amores Incesantes #4] || Completa
Romance-Ese hombre primero mato a mi padre y después abuso de mi, quiere verme muerta de dolor. Lo que más desea es que me convierta en la pobre víctima de su venganza pero no, jamás lo seré. De mi obtendrá lo contrario, voy a luchar. Te juro que se arrepe...